El presidente estadounidense aseguró que, una vez terminado, será imposible ingresar ilegalmente.
En el marco de su recorrida por California, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó en San Diego una nueva sección del muro con México para mostrar los avances en la construcción.
En su paso dejó su autógrafo en las barras de acero que hacen la base de la construcción del muro.
Trump, insistió en la necesidad de un tramo de más de 800 kilómetros de muro fronterizo para atajar lo que considera "una tremenda emergencia nacional".
El mandatario estadounidense recorrió el lugar y saludó a los agentes que controlan la frontera. Aseguró que una vez que se finalice la obra "será prácticamente imposible ingresar ilegalmente" a Estados Unidos.
Trump ya había estado en este lugar en marzo de 2018, cuando acudió a ver prototipos de muro que las autoridades destruyeron posteriormente para hacerle espacio a 22 kilómetros de acero que serán rellenos de concreto para impedir el paso de los migrantes.
