Claudia Cruz manejaba dinero offshore sin declararlo y eso probaría la corrupción de su marido, actualmente suspendido de su cargo.
Semanas atrás, la Justicia brasileña apartó de su cargo como presidente de la Cámara de Diputados a Eduardo Cunha. Ahora, su esposa, la periodista Claudia Cruz, fue acusada por el juez de la causa de corrupción en Petrobras, Sergio Moro. Se la acusa de lavado de dinero y evasión, es decir por enviar dinero al exterior sin declararlo al fisco.
Según la denuncia, Cruz controlaba una cuenta en el exterior que contenía dinero procedente de los sobornos que Cunha recibió a través del esquema de Petrobras. Los investigadores señalaron que la mujer era plenamente consciente de los crímenes que cometía, y era la única titular de la empresa offshore en Suiza.
En la denuncia, los fiscales argumentan que el dinero se utilizaba para pagar gastos en el exterior realizados con tarjeta de crédito por más de US$1.000.000 en siete años. Un valor totalmente incompatible con el sueldo y el patrimonio lícito de Cunha.
Para los investigadores, las pruebas demuestran que Cunha y Cruz desviaban dinero de las arcas de Petrobras. En resumen, hay pruebas de que se beneficiaron de recursos públicos que se convirtieron en bolsos de lujo, zapatos de marca y otros bienes de uso privado.
Casi todo el dinero de la empresa offshore se generó en las cuentas de tres empresas pertenecientes al legislador suspendido.
