El presidente de Estados Unidos dijo estar muy preocupado porque estos episodios son cada vez más frecuentes.
Con lágrimas en los ojos, el presidente estadounidense, Barack Obama, sumido en una "abrumadora pena", calificó de "crimen atroz" el tiroteo en una escuela primaria de Connecticut (noreste), prometió una "acción significativa" para poner fin a este tipo de tragedias y decretó cuatro días de duelo nacional.
“Nada puede llenar el vacío de la vida de un niño perdido, pero si podemos extender nuestras manos a los que la necesitan para recordarles que estamos aquí para ellos, que rezaremos por ellos y que el amor que sentían no seguirán solamente en su recuerdo sino también en el nuestro, que Dios bendiga a las víctimas”, expresó Obama en su breve, pero contundente, discurso.
