Se trató del discurso anual que dan los presidentes estadounidenses ante el Congreso.
Barack Obama está ingresando en 2016 en su octavo año de mandato al frente de Estados Unidos, y este 12 de enero brindó su último discurso sobre el estado de la Unión, el discurso anual que los presidentes de ese país realizan de manera anual ante el Congreso.
Allí, Obama dio otro paso luego de haber iniciado la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba hace poco más de un año, y le pidió a los legisladores que aprueben el fin del embargo a la isla caribeña. Es que el Poder Legislativo tiene mayoría opositora, y el Partido Republicano se ha negado una y otra vez a ir por ese camino.
Obama ya había hecho el pedido en su anterior discurso del estado de la Unión, pero el presidente lo reiteró: "La Guerra Fría ha terminado", dijo, y recordó que el embargo no tuvo los frutos esperados. Habló también sobre Guantánamo y dijo que se la debe cerrar, ya que es cara e ineficiente.
Sobre el terrorismo, remarcó la lucha contra el Estado Islámico, pero aseguró que la organización yihadista no amenaza la existencia de Estados Unidos y no supone un riesgo de Tercera Guerra Mundial. "Esa es la historia que quieren contar en el EI, es el tipo de propaganda que usan para reclutar", afirmó.
También anunció que se realizará una campaña para luchar contra el cáncer, la cual será liderada por el vicepresidente Joe Biden. Dijo al respecto que debe encararse con la misma seriedad con la que se apuntó a la Luna en el programa espacial de los años 60.
Además, el mandatario repasó sus logros al frente de Estados Unidos, luego de varios meses de ser vilipendiado durante la campaña electoral de la interna republicana: dijo que si alguien tiene dudas de cuál es su postura ante el terrorismo, debe preguntarle a Osama Bin Laden -los republicanos dicen que no tiene la suficiente firmeza contra Estado Islámico-, respaldó su plan Obamacare, que amplió el alcance de la cobertura médica, y mostró datos de la recuperación económica de un país en el que asumió en medio de la peor crisis de su historia, al menos desde la Gran Depresión de 1929.
