Presidenta del Supremo Tribunal Federal defendió la democracia como único camino en Brasil

Lo hizo después que se hicieran oír llamados a una "intervención militar" durante la huelga de camioneros.

La presidenta de la corte suprema de Brasil defendió el miércoles la democracia como "único camino legítimo" para superar el "grave momento" del país, después que se hicieran oír llamados a una "intervención militar" durante una huelga de camioneros.

Cármen Lúcia afirmó al abrir la sesión del Supremo Tribunal Federal que la máxima corte ejercía su misión "con profunda preocupación, atención y responsabilidad ante el grave momento político, económico y social experimentado por los ciudadanos".

En un país donde la crisis económica y los escándalos de corrupción de estos últimos años borraron para muchos los recuerdos del régimen militar (1964-1985), Cármen Lúcia llamó a guardarse de ese tipo de "nostalgias".

"Solo tenemos nostalgia de lo que fue bueno (...) en la historia de nuestra patria. Regímenes sin derechos forman parte de un pasado que no se puede olvidar, aunque no quisiéramos recordarlo", declaró.

"La democracia no está en cuestión (...), la democracia es el único camino legítimo", zanjó.

La huelga de camioneros, sumada a la que este miércoles iniciaron los trabajadores petroleros por 72 horas, evidenciaron la debilidad del gobierno de Temer, que asumió el poder en 2016 tras el impeachment a la izquierdista Dilma Rousseff.

Temer es el presidente más impopular de Brasil desde el retorno de la democracia, con un 5% de aprobación, y el primer mandatario en ejercicio denunciado por corrupción, aunque el Congreso -de mayoría oficialista- lo salvó dos veces de tener que ser investigado.

Los llamados a una intervención militar, que no encontraron ningún eco entre políticos ni en las fuerzas armadas, se dan a casi cuatro meses de las elecciones presidenciales de octubre, que se prevén como las más inciertas desde el fin de la dictadura.

El favorito en las encuestas es el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), encarcelado por corrupción, seguido de lejos por el diputado de ultraderecha Jair Bolsonaro, un nostálgico de la época de la dictadura, que sin embargo tomó distancias con cualquier llamado a un golpe.

"También en la democracia se viven crisis, pero las dificultades se resuelven con la unión de los ciudadanos", manifestó Cármen Lúcia.

(AFP)


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