También se maneja la convocatoria a nuevas elecciones tras el proceso contra la mandataria.
Los próximos seis meses para Dilma Rousseff seguramente transcurrirán en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial de Brasil, pero no en calidad de primera mandataria. Serán 180 días en los que deberá preparar una batería sólida para defenderse en un juicio político que buscará convertir en un juicio contra un golpe de Estado parlamentario. 30 de los 32 ministros del gobierno se reunieron este miércoles para tratar este tema. Sin embargo, Rousseff les dio libertad de acción para qué hacer en caso de que sea desplazada de su cargo por su vicepresidente, Michel Temer.
Este último había estado preparando ya desde hace semanas sus discursos, algo que se había filtrado a través de un audio de WhatsApp. Ahora se supo que también tendría preparado su gabinete ministerial, si bien el presidente de su partido, el PMDB, lo negó a la agencia Efe. Muchos hablan de que se negocie un pacto para convocar a nuevas elecciones; eso sí, Dilma Rousseff aseguró que no renunciará.
