La declaración final que firmaron los once presidentes terminó teniendo nueve puntos como planteaba Brasil y no seis como proponía Uruguay-
La reunión de presidentes sudamericanos promovida por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva finalizó con la firma de una declaración, en la que los gobiernos se comprometen a impulsar la integración regional. Luego de una negociación previa y a pedido de Uruguay y otros países, se eliminaron las referencias a la Unasur.
La declaración final que firmaron los once presidentes (se puede leer aquí) terminó teniendo nueve puntos como planteaba Brasil y no seis como proponía Uruguay-
En el punto uno se menciona “la integración de Sudamérica”, que Uruguay intentó sin éxito cambiar por “integración regional”. Tampoco se logró modificar el punto dos, que señaló el compromiso “con la democracia y los derechos humanos”, “la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos”.
En el punto tres se eliminó la referencia a las “múltiples crisis” mundiales, y se optó por expresar que “el mundo se enfrenta a múltiples retos”, como “la crisis climática, amenazas a la paz y a la seguridad internacional, presiones sobre las cadenas de alimentos y energía, riesgos de nuevas pandemias, aumento de desigualdades sociales y amenazas a la estabilidad institucional y democrática”.
En punto cuatro refleja claramente la negociación, al recoger términos tanto de la declaración original como de las propuestas alternativas. Reivindica la integración regional para promover “el fortalecimiento de la democracia”, “la lucha contra la pobreza, el hambre y todas las formas de desigualdad y discriminación, la promoción de la igualdad de género” y la gestión de migraciones.
En el punto cinco los presidentes “se comprometieron a trabajar por el incremento del comercio y de las inversiones entre los países de la región; la mejora de la infraestructura y logística”. Si bien mantiene una alusión a la “integración financiera” que Uruguay quería eliminar, se atendió el planteo del gobierno de Lacalle Pou de suprimir la eventual creación de un Área de Libre Comercio Sudamericana.
El sexto punto reconoce “la importancia de mantener el diálogo regular, con miras a impulsar el proceso de integración en América del Sur y proyectar la voz de la región en el mundo”. De esa forma atiende a los planteos de Uruguay y de otros países, al eliminar la mención a la Unasur y a la existencia de un “mundo multipolar”.
En el punto 7, los países acordaron “establecer un grupo de contacto, encabezado por los Cancilleres”, para evaluar experiencias sudamericana de integración y elaborar “una hoja de ruta para la integración de América del Sur”. Uruguay no acompañaba originalmente este planteo y terminó aceptando, al quitarse el plazo de 120 que se le daba a ese grupo en la propuesta original.
En los puntos finales los presidentes acordaron volver a reunirse en fecha y lugar a determinar, y “promover, desde ahora, iniciativas de cooperación sudamericana, bajo un enfoque social y de género, en áreas que atañen a las necesidades inmediatas de los ciudadanos”.
Tras la firma de la declaración, Lacalle Pou regresó a Uruguay y no asistió a la cena de presidentes.
