“Nadie se va a llevar una sorpresa si digo que tengo alguna diferencia política con el presidente Mujica, y que tengo más coincidencias con Sanguinetti", agregó Lacalle.
El presidente Luis Lacalle Pou invitó a los expresidentes José Mujica y Julio María Sanguinetti que lo acompañen a la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil el próximo 1° de enero.
“Ahora de tarde llamé al presidente Sanguinetti y al presidente Mujica para pedirles que me acompañen a la asunción del presidente de Brasil. Porque eso es lo que tiene que demostrar Uruguay”, afirmó Lacalle durante su discurso tras inaugurar la doble vía de la Ruta 3 en San José. Según puedo saber Telemundo, ambos aceptaron la invitación.
En ese sentido, Lacalle apuntó que no llaman la atención las “diferencias” que tiene con Mujica, pero que su gesto habla de la “continuidad democrática”. “Nadie se va a llevar una sorpresa si digo que tengo alguna diferencia política con el presidente Mujica, y que tengo más coincidencias con Sanguinetti. Pero esto es la continuidad democrática-institucional y republicana que en el mundo de hoy pocos países pueden demostrar”, dijo.
“Dejemos de lado las diferencias políticas, dejemos de lado las rencillas diarias, y tratemos de pensar en grande”, afirmó el primer mandatario.
“A este gobierno le quedan 800 días. De mucho trabajo, de mucho esfuerzo, de mucho sacrificio, sabiendo que después que nosotros nos vayamos va a tener que venir alguien que la ciudadanía elegirá para seguir haciendo lo que esté bien, cambiar alguna cosa que esté mal y hacer lo que nunca se hizo. Al fin y al cabo, esa es la propia evolución del individuo y de la sociedad”, agregó.
La reunión se realizó en "Suárez chico" esta semana y fuentes de Presidencia indicaron al semanario que hay "buena sintonía" entre ambos para hablar sobre temas de coyuntura.
Tanto el presidente como Mujica, no quisieron hacer comentarios sobre el contenido de la conversación.
En tanto, tras la victoria de Lula en las elecciones de Brasil, Mujica viajó a ese país y se especuló con la posibilidad de que el expresidente pudiese intervenir ante esa nueva administración en nombre del gobierno uruguayo, dado su buena relación con da Silva.
