Bonomi consideró que la destitución de Rousseff forma parte de un golpe de Estado.
El canciller Nin Novoa concurrió a las comisiones de Asuntos Internacionales de ambas cámaras por otro tema, pero contestó preguntas de la posición del Gobierno respecto a Brasil.
El senador Larrañaga dijo que del texto del comunicado del Gobierno uruguayo se desprende un reconocimiento de la institucionalidad democrática del proceso:
“Incluso a texto expreso, el canciller Nin dijo de que el Gobierno uruguayo reconoce la Presidencia de Temer al frente de Brasil. Obviamente, no hubo coincidencias con respecto a cuando se hace mención más allá de la legalidad invocada, porque implica una suerte de desconocimiento o de no compartir la legalidad del proceso de la expresidenta, y también en cuanto a que vincula la expresión “injusticia” en relación al proceso que involucra a la propia Dilma como expresidenta de Brasil”, afirmó el senador nacionalista.
La declaración del Gobierno fue criticada en la reunión por legisladores opositores y avalada por el oficialismo.
“El presidente hoy en Brasil es el presidente Temer y más allá de las afinidades o amistades que podamos tener con relación al Gobierno anterior y con relación al Gobierno futuro, las relaciones entre Uruguay y Brasil deben continuar”, apuntó el senador por el FA Carlos Baraibar.
En el encuentro, Nin Novoa dijo que las declaraciones de Bonomi de que se produjo un golpe de Estado en Brasil, se formularon a título personal.
En esta línea, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, señaló:
“Dilma fue a la Justicia y la Justicia declaró que no había delito. Entonces, lo que quedaba era por lo que la juzga el Parlamento, políticamente. Creo que no existe el disparador legítimo para que se utilice legalmente el recurso constitucional. Si no existe, tiene características de golpe de Estado.
Creo que lo que hay que buscar acá es cuál es el verdadero motivo. El verdadero motivo es que la investigación judicial que se estaba haciendo, la corrupción en Brasil… que abarcaba a los socios políticos del PT, más que al PT y que le pidieron a Dilma que frenara esa investigación desde el Poder Ejecutivo, y ella no frenó nada. La sacaron para que alguien frenara esa investigación. El que queda en lugar de ella tampoco tiene ninguna legitimidad. Creo que es gravísimo. Y creo que se hace más mal no diciéndolo acá en Uruguay”.
