La medida se debe a que Ancap topeará los sueldos de todos los jerarcas de las subsidiarias.
Osvaldo Giraudo tenía un sueldo nominal de unos $680.000 como gerente general de Ducsa, cargo que desempeñó en la última década. Pero este ingeniero industrial argentino no aceptó una rebaja salarial de un 50 %, por lo que fue despedido.
El directorio de Ancap dispuso que a partir de enero, todos los cargos gerenciales de sus empresas subsidiarias tengan su sueldo topeado en un 60 % del salario que percibe el presidente de la República, lo que equivale a unos $300.000 nominales.
La medida, busca gestionar los gastos del ente y reducir costos.
Ducsa, la subsidiaria que aporta más ganancias a Ancap, será ahora liderada por la hasta ahora gerente general de ALUR, Victoria Hernández, afín al directorio de Ancap y quien había asumido al frente del ingenio azucarero cuando fue removido Manuel González, que respondía al vicepresidente Raúl Sendic.