Los dichos de José Gavazzo fueron en junio del año pasado y recién llegaron a Fiscalía el 1 de abril, remitidos por el Poder Ejecutivo.
En el expediente del Tribunal de Honor del Ejército que fue hecho público este martes, no figura una comunicación formal en el que se advierta de presuntos delitos. Tampoco que se haya dado la orden de pasar el tema a la Justicia, según El Observador. Los militares que actúan en el Tribunal están obligados a que si existe presunción de un delito, debe comunicarse al superior y suspender las actuaciones.
Los generales al frente del Tribunal suspendieron las actuaciones e informaron al entonces comandante en jefe, Guido Manini Ríos, de las confesiones. Sin embargo, éste decidió que siguieran adelante. Ese ida y vuelta no figura por escrito, y de acuerdo al diario tampoco la supuesta comunicación entre Manini Ríos y el exministro de Defensa, Jorge Menéndez en la que, según el excomandante había informado al jerarca del contenido.
La confesión de José Gavazzo –en la que admitió haber arrojado al río Negro el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro– fue en junio del año pasado y recién hace diez días ingresó a Fiscalía, remitido por la Presidencia de la República, luego de hacerse pública la confesión por la publicación en El Observador.
