El proceso comenzará cuando la persona presente su petición de asistencia para morir ante un médico, quien le informará de los tratamientos disponibles, incluidos los cuidados paliativos.
De un lado, la defensa del derecho a decidir libremente y el respeto a la dignidad. Del otro, una “licencia para matar” que elige “el camino más fácil y barato”. El debate sobre la Ley de Eutanasia se desarrolló durante varias horas en la Cámaras de Diputados, y terminó con la aprobación del proyecto pasadas las 6:30 de la mañana de este jueves.
A mano alzada se votaron los artículos, de un proyecto que se aprobó en general con votación nominal.
Fueron 57 votos en 96 presentes, para darle media sanción y que pase al Senado. Antes la sesión tuvo varias interrupciones, porque se negociaba sobre aditivos y sustitutivos que fueron presentados en la discusión del plenario.
Finalmente se lograron los votos, con una diferencia clara. Lo apoyó casi todo el Frente Amplio, que solo no tuvo el voto de Álvaro Lima, hermano del intendente de Salto, Andrés Lima. También acompañaron la iniciativa la mayoría del Partido Colorado, los diputados del Partido Independiente y Partido De La Gente, y algunos del Partido Nacional.
Antes de la votación se había cerrado el acuerdo. Se modificó el artículo 2, para establecer que la enfermedad debe estar en etapa terminal. Se exceptúa de esa condición a los pacientes cuadripléjicos. Se agregó un artículo 12 que crea una comisión honoraria, que revisará los procedimientos. Estará integrada por representantes del Ministerio de Salud Pública, el Colegio Médico, la Universidad de la República y la Fiscalía.
También se incluyó que la eutanasia será legal sólo si se realiza dentro de instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud, y que la que no quiera hacerlo por sus estatutos deberá acordar con otro prestador para que cumpla con la decisión del paciente.
El proceso comenzará cuando la persona presente su petición de asistencia para morir ante un médico, quien le informará de los tratamientos disponibles, incluidos los cuidados paliativos.
Si el profesional considera que hay condiciones de salud "crónicas, incurables e irreversibles", se requerirá la opinión de un segundo médico y si no hay consenso, de un tercero.
Los profesionales podrán negarse a participar, alegando objeción de conciencia, aunque se deberá cumplir el pedido del paciente si se han cumplido todos los requisitos.
Después el paciente deberá reiterar su voluntad y el médico deberá informar a las autoridades de Salud Pública, que fiscalizarán que se cumplió con lo estipulado en la ley.
La iniciativa establece además que la eutanasia será considerada muerte natural y así constará en el certificado de defunción.
