Entre "confesión inadmisible" y "¿no era que había que bajar la pelota?": legisladores del FA y del oficialismo tras dichos de Lacalle sobre cigarrillos

Las explicaciones que dio el presidente Lacalle Pou sobre el decreto de cigarrillos y el pedido de Montepaz abrieron todavía más las diferencias por el tema entre oposición y oficialismo.

El martes el presidente Luis Lacalle Pou dijo que el nuevo decreto que modifica las pautas para la presentación y empaques de cigarrillos surgió a raíz de un pedido de la tabacalera uruguaya Montepaz. Ese mismo día, más temprano, dirigentes políticos de todos los partidos se reunieron en el Parlamento en busca de mejorar la convivencia democrática y favorecer el diálogo, con el objetivo de evitar crispaciones o intercambios de alta tensión. 

Desde la oposición salieron al cruce de los dichos del presidente. Y esas reacciones despertaron la molestia del oficialismo por considerar que no se estaba yendo por la línea trazada de apostar al diálogo. 

La postura de la oposición

“Creo que es una explicación insuficiente”, dijo a Telemundo el senador frenteamplista Óscar Andrade sobre lo explicado por el presidente Lacalle Pou. “Las medidas antitabaco son antipáticas, yo lo digo como exfumador. El tema es que el resultado que han tenido las campañas antitabaco integralmente es salvar vidas. En Uruguay hay cientos de miles de uruguayos que han dejado de fumar producto de este tipo de medidas”, agregó.

En ese sentido, el legislador remarcó que “quienes han estudiado sobre el tema del tabaquismo entienden que la medida es inconveniente”, en alusión a que el primer mandatario afirmó no haber consultado a la academia para tomar la medida.

Además, Andrade consideró que “sería lógico pensar que si la medida se está pensado para combatir el contrabando, esto tendría que traducirse en el precio; pero si el precio no se cambia, el único efecto que genera la medida es aumentarle el margen de ganancia a la producción de tabaco en Uruguay”.

“Que las corporaciones presionan es lógico. Y eso nos deja un segundo elemento que nos tiene que hacer reflexionar. No está bueno que tenés que tomar una decisión donde favorecés a una multinacional aunque no haya tenido nada que ver en tu decisión… esa misma multinacional participó de tu campaña electoral. Creo que nos deja una tarea, que es que los partidos políticos tenemos que tratar de evitar financiamiento privado en las campañas electorales, porque después, por la vía de los hechos, genera suspicacia”, agregó.

Por su parte, el senador frenteamplista Mario Bergara respondió al comentario del presidente en el que pedía que quienes opinaban del tema lo hicieran con argumentos. “Yo me refiero a lo que dice la academia y la propia comisión asesora para el control del tabaco, la gente experta en la materia, que tiene una clara posición contraria al decreto tomado. Por lo tanto, en esas declaraciones, como de la Facultad de Medicina, está lleno de argumentos y solicitan que el decreto sea revertido”, dijo.

“Nuestra preocupación más en la órbita política tiene que ver con la justificación del presidente de que obviamente fue una empresa tabacalera la que le pidió el decreto y ellos lo sacaron obviamente. Creo que es una confesión inadmisible. Un gobierno no puede gobernar en base al reclamo de una empresa y al otro día se saca un decreto porque la empresa lo pide. Eso es naturalizar que se gobierne de esa manera y debilita la democracia, porque la forma de gobernar es en base a una visión de las cosas, en base a una política donde hay que escuchar múltiples voces en cada tema, y no a pedido de cada empresa”, afirmó Bergara.

La postura del oficialismo

En tanto, el senador nacionalista Gustavo Penadés defendió que el gobierno “no ha modificado la política antitabaco”. “Se está intentando favorecer una industria nacional que genera miles de empleos, cuando se sabe que un altísimo porcentaje de los cigarrillos que se consumen en Uruguay entran de contrabando. No se modificó la política antitabaco ni la lucha contra el consumo excesivo de tabaco”, dijo.

“Tenemos más de un 45-50% de consumo de tabaco de contrabando. No quiere decir que estemos a favor de los cigarrillos, seguimos con la misma política del gobierno del Frente Amplio. Estamos intentando combatir un daño a una empresa que genera cientos de puestos de trabajo en Uruguay”, apuntó Penadés, y consideró que la postura de la oposición es “una chicana política”.

En esa línea, el senador blanco Jorge Gandini cuestionó que el planteo de la reunión multipartidaria del martes era que “había que bajar la pelota al piso” y “hoy empiezan con este tipo de cuestionamientos que son inadmisibles, que es buscarle la vuelta para cuestionar lo que sea”.

“La industria tabacalera nacional que existe le pide al presidente una medida para  poder competir un poco mejor con el contrabando, que es la segunda marca en Uruguay porque el 40% de los cigarrillos son de contrabando. Y el presidente tiene la transparencia de decir que se lo pidió Montepaz. Si no lo hubiera dicho, ¿qué diría el Frente Amplio? ¿Es inadmisible que se lo pida una empresa y el presidente no lo diga?”, afirmó Gandini.

“¿No era ayer que decíamos que había que bajar la pelota al piso y buscar realmente un entendimiento? Deberían decir que el presidente llamativamente para lo que es el común tuvo un acto de transparencia y dijo las cosas como son. Adjudicar otras intenciones me parece que es precisamente levantar la pelota del piso”, agregó el legislador.

En esa línea, consideró que “si se quiere bajar la pelota al piso, hay que hacer mucho diálogo y reuniones sin cámaras ni televisión”. “Todo lo demás es para la prensa. El Frente Amplio tiene interés en liderar esas convocatorias porque es el que precisamente muchas veces crispa los ánimos. Desde el Frente Amplio y el movimiento sindical. Si hay que bajar la pelota al piso hay que generar diálogo, y el diálogo en el sistema se genera muchas veces sin demasiada publicidad. El tiempo nos dirá si hay una intención auténtica o si es un puro recurso de marketing y de imagen para mejorar la imagen de un Frente Amplio que se fue bastante lejos crispando ánimos”, agregó.

“Bienvenida la invitación a bailar, vamos a hacerlo, pero hay que ser coherente. Ayer pasó eso y hoy ya le echan la culpa al presidente de querer defender la industria nacional como si detrás tuviera una segunda y muy mala intención, y lo califican de inadmisible… me parece que es injusto. Acá en el Parlamento recibimos empresas todos los días y todos los días votamos leyes para promover o proteger la industria nacional. ¿Qué tiene de malo eso?”, apuntó.


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