Mario Neyra Barreiro era espía durante la dictadura y participó en misiones del Plan Cóndor como -supuestamente- la muerte de Joao Goulart.
El exespía uruguayo Mario Neyra Barreiro, que confesó haber envenenado al expresidente brasileño Joao Goulart, fue detenido por la Policía del país vecino, en Porto Alegre. Estaba cumpliendo una pena en Brasil por robo a camiones blindados y tráfico de armas a través de Santa Ana del Livramento; pero estaba cumpliendo la condena en libertad cuando se fugó con documentación falsa.
Mientras estaba preso, Neyra contó que pertenecía al grupo de acciones antisubvsersivas del gobierno dictatorial uruguayo, por lo que participó en diversas misiones del Plan Cóndor. Entre ellas, estuvo el asesinato de Goulart, depuesto el 1º de abril de 1964 y refugiado primero en Uruguay y luego en Argentina. Neyra había contado que cambió los remedios para el corazón que Goulart debía cambiar y colocó veneno en su lugar, lo que lo terminó matando.
Neyra ya había sido procesado en Uruguay por delitos cometidos en la dictadura y había formado una banda junto con el también exmilitar Ricardo Mendieta para actividades delictivas a ambos lados de la frontera.
