Jihad Diyab se negó a recibir en su casa a un equipo médico para controlar su delicada salud

Gobierno y ONU avanzan en negociaciones para que un país árabe pueda recibirlo.

Desde que Uruguay solicitó ayuda a Acnur (organismo de la ONU que atiende a los refugiados), se han intensificado los contactos al más alto nivel para poder llevar a Diyab a algún país árabe y que allí se concrete el encuentro con su familia.

“A partir de los contactos que se están haciendo con los Estados Unidos, hay alguna esperanza. Por lo menos se trabaja en esa dirección. Se está trabajando a contra reloj en virtud de su situación extremadamente delicada y en la dirección que él mismo planteó desde el momento en que regresó desde Venezuela”, apuntó Mirza.

El estado de salud del exrecluso de Guantánamo es cada vez más delicado. A medida que pasan los días se complica aún más.

“Sigue extremadamente delicado, débil, pero pudimos hablar. Él está consciente. Pudimos hablar más de una hora, pero tiene algunos indicadores que están por debajo del límite de riesgo”, agregó.

Este lunes, Diyab se negó a recibir a un equipo de ASSE que se presentó en su apartamento para realizarle controles médicos. El sábado se había negado a quedarse internado en el Hospital de Clíncas.

“Quiero ser franco y claro: en ningún momento hubo una intención del Gobierno de aislarlo, como él ha expresado… que se le quiso aislar de la gente y tenerlo baja vigilancia policial es un disparate. Yo lo desmiento categóricamente”, señaló Mirza, interlocutor entre el Gobierno y Diyab desde hace dos años.

Desde que el refugiado volvió desde Venezuela, hace dos semanas, distintos grupos se han vuelto sus voceros.

“El entorno no ayuda mucho. No sé con qué intención lo hacen. Por una irresponsabilidad, por insensatez, o vaya uno a saber por qué, no ayuda en nada”, concluyó.


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