Un 37 % del valor que los consumidores pagan por nafta súper corresponde a costos de Ancap.
La ganancia de 77 millones de dólares registrada por Ancap en los primeros seis meses del 2017 tuvo mucho que ver con la evolución del precio internacional del petróleo y un dólar más barato.
Pese a que el mantenimiento de la refinería de La Teja implicó costos más altos porque los productos fueron importados, la evolución del precio del barril de crudo en el primer semestre fue menor a los 58 dólares proyectados.
El tipo de cambio registró un valor promedio de $30,6 frente a los $32 previstos. Esto tuvo un impacto positivo de 17 millones de dólares en las cuentas de Ancap.
Sin embargo, estas variables no se reflejaron en el mercado interno, donde se registró en junio una baja de unos $3 por litro del gasoil. Ancap no reduce los precios de los combustibles en conjunto desde octubre de 2015.
De acuerdo con los precios de referencia de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía (Ursea) a junio, la nafta es un 11 % más cara respecto al valor de mercado que podría tener.
El fuel oil, utilizado principalmente en la industria, es un 58 % más alto, el gasoil, de gran consumo para maquinaria agrícola y transporte, un 55 % más caro y el supergas un 19 % más barato.
Los precios se conforman básicamente contemplando los costos que tiene Ancap, los impuestos que aplica el Estado y los costos por distribución y partida para las estaciones de servicio.
En este sentido, y solo considerando como ejemplo la nafta súper, un 37 % del valor que pagan los consumidores al llenar el tanque son costos de Ancap, un 45 % impuestos, y un 16 % distribución y bonificación de estaciones.
Respecto a los países vecinos, Uruguay es quien registra los precios más altos en combustibles.
El gasoil es el doble de caro en Uruguay que en Chile, y el valor de la nafta se despega también frente a Argentina y Brasil. A nivel internacional, Uruguay se encuentra entre los 20 países con combustibles más caros en el mundo, según globalpetrolprices.com.
