"Sabían de entrada que había responsabilidad, pero nunca pidieron disculpas", dijo el padre de uno de los fallecidos en incendio de la Cárcel de Rocha

El incendio ocurrió en 2010. Ahora, el Estado decidió no apelar el fallo que lo obliga a indemnizar a las víctimas y familiares de fallecidos.

Al no ser apelado el fallo de la Justicia civil, el Estado tendrá que pagar más de un millón de dólares en total por daños y perjuicios a los sobrevivientes y familiares de las víctimas que dejó el incendio de la Cárcel de Rocha ocurrido el 8 de julio de 2010.

El pasado 6 de mayo, la Justicia civil de Rocha determinó el pago de indemnizaciones de entre 3.000 y 270.000 dólares para las personas afectadas por este incendio, que le costó la vida a 12 reclusos y dejó gravemente heridos a otros 8.

“Finalmente decidieron no apelar. Ahora se pasa a otra etapa. Ya anda gente preocupada, porque hay mucha gente que ni tenía una cuenta en un banco. Ahora arranca la etapa de cómo hay que hacer. Pero estas resoluciones, más allá de que el dinero a ninguna de las familias les devuelva nada, es una ayuda, de repente hay algún ángel por ahí arriba que nos mandó esto para el futuro, para nuestros hijos, para los nietos. No es mucho dinero tampoco. Esto no le salva la vida a cualquiera. Pero hay mucha gente muy humilde a la que de repente le viene bien”, dijo el padre de unos de los reclusos muertos en el incendio.

“Fueron años de mucho gasto, de muchos abogados que pagar. Felicidad no hay. Alegría no hay. Escuchaba a la mamá de Lola, y si bien son cosas diferentes, me pongo en la situación de esos padres. Son etapas que se van cerrando”, agregó.

Tras el fallo, los representantes legales del Estado tenían 14 días hábiles para apelar; finalmente, no lo hicieron.

El juez determinó en la sentencia que hubo responsabilidad del Ministerio del Interior y que las demandas fueron amparadas en forma parcial y otra en forma total.

En primera instancia, la condena estableció el pago de indemnizaciones por daño moral, daño emergente y daño pre-muerte.

Para los familiares, esto no les devuelve la vida de sus seres queridos, pero sí demuestra que el Estado fue el culpable de varias omisiones que determinaron el resultado ya conocido.

“Creo que sabían de entrada que había responsabilidad, pero nunca pidieron una disculpa y eso nos dolió desde el primer momento”, concluyó el padre del joven fallecido.


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