Amparo Fernández de 36 años había conocido e intercambiado mensajes por whatsapp con un hombre al que vio por primera vez en diciembre pasado

Él le regaló un caballo con la condición de que lo dejara en Sarandí Grande, en una estancia donde trabajaba como alambrador.

A fines de junio ella volvió a viajar desde Paysandú a Florida. En la mañana del sábado 29 tomaron mate y salieron a andar a caballo.

Volvieron al casco de la estancia, almorzaron con el hermano del hombre y vieron el partido Uruguay – Perú por la Copa América, según estableció la fiscal Alicia Gómez.

De acuerdo a la versión que dio el hombre, discutieron. Ella decidió volver a Paysandú antes de lo que estaba previsto. El hombre afirma que Amparo se cayó y se desnucó. Él se asustó y la arrojó al Río Yi, en el puente de la ruta 42.

Sin embargo la Justicia constató que tras la discusión él salió con ella en la camioneta para llevarla al ómnibus en el que regresaría a Paysandú.

Desde entonces nada se sabe de Amparo. En esos días el río comenzaba a crecer y demoró varios días en volver a su cauce.

La búsqueda se había centrado al principio en el entorno de la estancia.

No se encontró el cuerpo ni el bolso y la mochila que, según el femicida, están atados a ella.

Un perro rastreador marcó varios puntos relacionados con las más de 24 horas que Amparo pasó en el establecimiento, pero las inspecciones de galpones y pozos no dieron ningún resultado.

Algunos días después, cuando el hombre de 34 años ya estaba en prisión preventiva, la Policía confirmó el hallazgo de objetos personales de la enfermera, fuera del área de búsqueda.

Un termo, un tapón de termo y restos de una matera de madera podrían ser indicios de que el acusado mintió sobre el lugar en el que se deshizo de las pertenencias y abre un interrogante sobre el lugar en el que puede estar el cuerpo.

Sin embargo en la declaración ante el juez, ratificó su versión de que Amparo murió accidentalmente y que arrojó el cuerpo al río.


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