El psicólogo forense Gustavo Álvarez analizó las conductas de Martín Bentancur.
Este martes a la mañana fue encontrado el cuerpo de Martín Bentancur, el doble homicida de Quebracho. El hombre era buscado por la Policía por matar a su exsuegra y a un efectivo policial. El lunes se encontraron mensajes escritos por él en una escuela rural del departamento. Nuevos mensajes fueron encontrados en las Termas de Guaviyú, y a su lado el cuerpo del doble homicida, quien se había suicidado por un tiro en la axila izquierda.
El psicólogo forense Gustavo Álvarez, director de la Asociación Latinoamericana de Psicología Forense, analizó los mensajes y las últimas conductas de Bentancur.
"Hay una mostración muy clara donde ‘se inmola’ a la vista de todas las personas. Ahí pretende que sea público y notorio un arrepentimiento. Con esto estaría discriminando un diagnóstico eventual de psicopatía.
Uno puede analizar que hay un pegoteo muy simbiótico donde siente que necesita a otro para poder vivir. En el momento en que se separa la pareja se le genera un vacío existencial que no puede soportar y se vuelca en puro acto.
Hay una proyección de la culpa en el otro más allá de que posteriormente se hace cargo en los últimos escritos.
Bentancur colgó en el alambrado de las termas un mantel y una remera con mensajes, este último incluía un dibujo. “Es un dibujo bastante arcaico e infantil, lo que estaría en línea con lo difícil que se le hizo poder afrontar las frustraciones de manera adulta", observó.
Álvarez indicó que las conductas de Bentancur antes, durante y después de cometer los homicidios no lo hacen inimputable.
“Todo indica que hubo conciencia y voluntad”, indicó.
¿Cómo definir a Bentancur?
“Era una persona con una estructura psíquica normal. No hay elementos de un trastorno psicótico donde se desapega de la realidad. El arrepentimiento no favorece una hipótesis de psicopatía”.
