El pérfil de Mónica Sosa, la líder de Los Chingas que volvió a la cárcel

La mujer fue detenida e imputada por violencia doméstica, pero también será investigada por su posible participación en el asesinato de dos hombres.

Mónica Sosa salió de prisión el 12 enero después de cumplir una condena de seis meses por usurpación. Parecía que quería empezar una vida nueva.

Una de las primeras cosas que hizo cuando recuperó su libertad fue ir a la Dirección del Liberado para que la incluyeran en la Bolsa de Trabajo para ex reclusos. Dijo que podía trabajar en limpieza, cocina o cuidado de ancianos.

Se fue a vivir en una casa que aparentemente compró al contado, fuera de su antigua zona de influencia, aunque no demasiado lejos. Las autoridades empezaron a sospechar que todo era una fachada.

La jefa de Los Chingas intentaba rearmar a su organización, aun cuando eso implicara presionar a sus propios familiares y hacerlos matar si se negaban a participar del grupo criminal.

Pero esta vez no le funcionó. Un primo de la mujer que había estado quince años en prisión recuperó su libertad, pero se negó a ser el sicario de Sosa.

Los investigadores creen que la mujer le entregó un arma y dinero en efectivo a cambio de que el hombre se encargara de acatar sus órdenes. El hombre fue asesinado, al parecer porque se negó.

Si bien “La Moni” ayer fue formalizada por “violencia privada”, se la investigará por su posible participación en el crimen.

El consuegro de Sosa fue enviado también ayer a prisión por dos delitos de homicidio. Estará 180 días en prisión preventiva mientras es investigado.


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