Fue descubierto por otra nieta que llegó a la casa poco después de cometido el abuso.
El imputado vive en una zona rural y en los primeros días de cada mes se hospeda en casa de su hija en Lascano durante dos o tres días, para cobrar su jubilación.
El domingo estaban durmiendo la siesta en la casa, cuando una de las nietas bajó a la planta baja. Él la empujó al dormitorio de sus hermanas mayores, "cerró la puerta y le practicó actos de naturaleza sexual", dice la fiscal en el pedido de imputación.
En ese momento la hermana mayor de la víctima y una amiga llegaron a la casa. Les llamó la atención ver, por debajo de la puerta, la luz prendida en su dormitorio.
Cuando abrió la puerta vio a su hermana de pie y a su abuelo sentado en una de las camas. Cuando preguntó qué pasaba su hermana dijo “fue el abuelo” y el hombre dijo “no, mentira, fue ella”.
El examen físico realizado a la víctima por la perito forense detectó: “presenta signos de abuso sexual recientes”.
De la pericia psicológica forense se desprende “un relato (…) consistente, espontáneo, ubicándolo en tiempo y espacio”, que “constituye un indicador específico y fiable de la ocurrencia del abuso sexual infantil”.
Por estos motivos el hombre fue imputado por abuso sexual agravado y lesiones personales agravado. La fiscal pidió 180 días de prisión preventiva pero la jueza otorgó 90 días a la espera del juicio.
