Ella era la expareja de la víctima y, según la Justicia, fue quien contrató a dos sicarios para consumar el asesinato.
En la noche del 9 de julio, Edward Vaz abrió la puerta del edificio donde vivía y fue ejecutado de varios disparos. En las cámaras de videovigilancia se identificó un auto Volkswagen Gol de color gris. A las pocas horas se detuvo al dueño del auto quien dijo que había sido contratado por una mujer para que llevara dos hombres hasta ese lugar. Estas personas eran sicarios contratados por la expareja de Vaz.
El abogado de este hombre declaró que ya tenía firmado el documento para el inicio de una demanda millonaria contra la mujer de la que se había divorciado en 2016. El sábado se hizo un allanamiento a la mansión de la mujer, de 38 años, en el lujoso barrio Beverly Hills de Punta del Este y se la detuvo. Fue interrogada durante varias horas y, si bien se negó a contestar a varias preguntas, la fiscal del caso, Patricia Rodríguez, la acusó de coautora de un delito de homicidio agravado; el juez hizo lugar a la prisión preventiva por 90 días.
El chofer del auto que trasladó a los sicarios, un joven de 25 años tenía una relación laboral con la mujer y que fue esta quien le pidió que levantara a estas dos personas en la playa mansa y que los llevara a la casa de la expareja, según dijo “para darle un susto” y le pidió que no le “fallara”. Las llevó hasta allí, dijo no haber visto nada y los volvió a la terminal de ómnibus de Punta del Este.
Para la Justicia la mujer es quien tramó el asesinato de su exmarido, por eso pidió 90 días de prisión preventiva, al joven que manejó el auto se le dio 120 días de prisión preventiva, mientras se trabaja en la identificación de los sicarios que mataron a Edward Vaz.
