El caso se reabrió hace poco, por el testimonio de su hija, de la que abusaba sexualmente.
El 29 de noviembre del 2009 el hombre, que había sido denunciado por su ex esposa por violencia doméstica y no podía acercarse a ella, la mató de un balazo en la cabeza.
Según publicó este viernes El País, la hija de ambos lo vio pero seguramente por miedo no lo contó. La Policía determinó que se había tratado de un suicidio.
Once años después, la hija lo denunció por los abusos a los que fue sometida durante años. De hecho, la prueba de ADN demostró que tuvo un hijo de su padre.
En su declaración se animó a contar que el hombre había matado a su madre en el 2009, lo que fue advertido por un ministro del Tribunal de Apelaciones.
El caso se reabrió y el juez Emilio Baccelli citó a padre e hija. Tanto la joven como el hombre, que está preso por reiterados delitos de violación, confirmaron el asesinato.
Tras la confesión, fue procesado por homicidio muy especialmente agravado, ya que cuando lo hizo no existía el delito de femicidio.
También lo procesaron por desacato, por no respetar la orden de restricción. Sigue en prisión, a la espera de la nueva condena.
