Tres años de prisión y casi dos años de libertad vigilada para el conductor alcoholizado que atropelló y mató a un adolescente en la rambla de Kibón

A la pena se llegó luego de un cambio de carátula a homicidio doloso.

A las cinco de la mañana del domingo 7 de abril, Nicolás Medina, de 15 años, esperaba un Uber en la rambla de Kibón.

Había salido de un cumpleaños y se iba a su casa.

Fue en ese momento en que un auto conducido por un joven de 26 años lo atropelló y lo mató.

El conductor volvía de tomar cerveza en un boliche de la zona del Cordón. La espirometría dio positivo: 1,57 gramos de alcohol por litro de sangre.

Además de las cámaras de seguridad, fue clave el relato de un testigo que vio que el joven durmió más de tres minutos en un semáforo.

Desde entonces el conductor está detenido y este jueves se realizó el juicio.

A pedido del fiscal Juan Gómez, la justicia cambió la carátula que era de homicidio culposo, a homicidio a título de dolo eventual.

El cambio de concepto que promovió el fiscal en este caso, es que quien toma y maneja debe ser enjuiciado como como alguien que actuó de manera voluntaria y deliberada, y no sólo con impudencia y omisión.

Esa modificación generó una condena inusualmente elevada para alguien que mató a otra persona con su vehículo: tres años de prisión efectiva, y un año y once meses de libertad vigilada intensiva.


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