El presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio, José Bayardi, y el doctor en Ciencias Sociales y Economía y defensor de Derechos Humanos Javier Calderón (colombiano), nos explican de qué se trata.
Recibimos en Día Perfecto al presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio, exministro de Defensa y de Trabajo, y al doctor en Ciencias Sociales y Economía y defensor de Derechos Humanos Javier Calderón (colombiano).
Javier Calderón se refiere a los comienzos de esta guerra:
El conflicto colombiano lleva tanto tiempo porque han percibido los sectores económicos que la guerra es un negocio, en esa medida existen quienes la quiere seguir librando. La guerra ha persistido por estos 50 años por la fuerza de un país que sigue con mucha pobreza y muchas desigualdades sociales que debemos superar.
El conflicto hay que entenderlo separado de la dinámica de las drogas, las drogas es un problema mundial pero el conflicto colombiano tiene otros orígenes y otra significación. El principal origen de la guerra fue la confrontación bipartidista en Colombia en los años 50', eso condujo a la idea de exterminar al otro por las ideas políticas.
Esa es la raíz del conflicto. Entre 1948 y 1960 hubo más de 300.000 muertos de esa violencia política, entre liberales y conservadores. Eso generó pobreza, concentración de la tierra y la idea de mantener el poder de unos sectores sociales, sin permitir que la sociedad en su conjunto participe.
Por su parte, José Bayardi habla de la importancia del foro en Uruguay:
Hubo un primer foro en el año 2013 en Porto Alegre, convocado por organizaciones políticas y sociales brasileñas. La idea que había era reeditarlo en distintos países de la región como una forma de extender la toma de conciencia.
Ahí hay un conflicto que tiene que superarse. Porque entre medio hay todo un pueblo que sufre las consecuencias del conflicto. En un país en situación de guerra hay un conjunto de violaciones a la convivencia democrática.
Se entendió entonces que los latinoamericanos también asumiéramos un compromiso. La sociedad tiene que tomar conciencia de que a este conflicto se le debe poner fin. Es una forma de cooperar. Para hablar en términos de guerra: no hay guerra que se termine ganando frente a la opinión pública.
La demanda de paz no solo debe venir de los estamentos institucionales, sino que también debe venir de la sociedad organizada.
