Especial de Cámara Testigo: la obesidad

Comienza en la infancia, complica la adolescencia, provoca otras enfermedades crónicas y es una adicción muy difícil de combatir. Pero se puede, y estas son algunas de esas historias.

La obesidad en adultos es un problema cada vez más grave. Va más allá de la imagen: se vuelve un enorme riesgo para la salud. La adicción es un problema casi sin retorno, la discriminación y la burla se vuelven parte de la vida cotidiana, y en el mejor de los casos, la lástima, la actitud condescendiente. Pero finalmente, en algún punto, alguien o algo pone un freno. Y se dan cuenta que la vida puede ser diferente.

Esa es la verdadera trampa de este círculo vicioso. La depresión y la angustia se instalan para generar la idea de que ya no hay marcha atrás. Pero la hay. Así lo dicen especialistas que se comprometen con un futuro más saludable. Así lo dicen cientos de personas que un día decidieron frenar y cambiar radicalmente de vida. Se puede y estas son algunas de esas historias.

La obesidad es una enfermedad, una verdadera adicción, y la persona predispuesta  a ella tiene una pulsión mucho mayor para comer que para lograr derrotar el problema. Se está convirtiendo en una epidemia, que la asesora del Ministerio de Salud Pública Isabel Bove asocia con un cambio cultural en la forma de alimentarse y de gastar la energía. Y como explica el Dr. Alberto Elbaum, por más que el obeso adelgace, sigue siendo enfermo: frente a determinados estimulantes puede recaer.

Cámara Testigo muestra las historias de Silvia Carrao, la de Martín y la de Victoria, personas que llegaron a pesar cerca de los 200 kilos y lograron un cambio radical en sus vidas. Silvia, por ejemplo, bajó de los 222 a los 80. Verdadas historias de superación.


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