La Ley de Medios "es una espada en la cabeza de los periodistas"

El análisis de Alfonso Lessa.

El análisis de Alfonso Lessa:

La historia es conocida: el presidente Mujica comenzó diciendo que si le llevaban un proyecto de Ley de Medios lo arrojaría a la basura, pero un intenso lobby interno con contactos en el exterior pudo más y se aprobó una ley que es intervencionista, confusa, que no es como se la ha querido presentar: ni progresista ni de izquierda, sino que es un instrumento potencialmente peligroso para la información y que puede ser usado por cualquier gobierno. Se ha querido decir que la ley es garantista, desde ese punto de vista no hay nada que agradecerle, las garantías ya están establecidas en la Constitución.

El problema tiene que ver con las extraordinarias regulaciones y limitaciones que establece, colocando una verdadera espada sobre la cabeza de los periodistas y de los Medios, empujando a la auto censura. El público verá limitado su derecho a la información. Se ha dicho que se pretende proteger a los menores como si los padres no pudieran hacerlo, pero ese argumento se cae por su propio peso. ¿Ustedes conocen a muchos niños que esperen ansiosos el comienzo del noticiero? ¿Conocen a muchos niños que hoy pasen más horas frente a la televisión que ante la computadora o a los teléfonos inteligentes? Claro que no, no es así.

Queda claro que acá los motivos son diferentes. Es claro por tanto que se trata de una ley anacrónica, arcaica, pensada para controlar los canales 30 años atrás, cuando no había televisión satelital ni cientos de canales disponibles por suscripción, ni internet. Con esa concepción antigua, la ley es discriminatoria porque regula los contenidos de los canales nacionales pero apretando un botón se puede acceder a cientos de canales internacionales en los que se puede ver cualquier cosa. La ley contiene algunas cosas muy irónicas, por ejemplo nos dice a los periodistas las normas a través tenemos que autorregularnos.

El presidente Mujica ha destacado que él aprobó la norma con la condición de que las sanciones sean establecidas por el Poder Judicial, pero el texto final solo menciona al Poder Judicial como uno más de los organismos encargados del contralor. Además, sin ninguna atribución concreta.

Queda claro que la aplicación de la norma, que también impone el monopolio de Antel en la transmisión de datos, va a depender de quien esté en el gobierno. Mujica y Vázquez demostraron ser partidarios de la libertad de expresión, la puesta en práctica va a ocurrir en el gobierno de Vázquez. Por tanto, la expectativa está puesta en lo que pueda hacer Vázquez. Un hombre que ha hecho de la libertad uno de sus principios rectores.


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