La Eterna promesa XXVII

¿Se comieron un Barcelona?

Otro 1-0, otro gol de pelota quieta y estamos octavos de final. Ta’ mañana, detractores. ¿Jogo bonito? En el PlayStation. Esto es el Mundial. Ya lo dijo el gran Martín Lasarte cuando cuestionaban su forma de juego poco vistosa pero efectiva con Nacional: “¿qué nos pasa a los uruguayos? ¿nos comimos un Barcelona o qué?” Resumió todo en esas dos preguntas que no sé si no me las tatúo… ¿Vamo’ a calmarno’ con eso de que no jugamos a nada? Entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas… Pero hablemos de cómo se vivió el partido que de eso se tratan los especiales. No sé quién pasó la data pero Red Burguers, un bar en la costa de Rostov, fue el punto de encuentro de cientos de uruguayos. Tomar en la calle es ilegal, Putin es tremendo anti-cumbia. Llegado el momento emprendimos el camino a la recompensa. ¿Cómo estuvo esa? Maestro, te la regalo. ¿Me creen si les digo que caminamos como 1 hora por arriba de un puente? El primer mundo está demás, por eso si ven videos o fotos de acá estamos todos con los celulares registrando como bólidos cada cosa que vemos. Qué cosa linda el Rostov Arena, mirá que los estadios de China son espectaculares, pero estos tienen un no sé qué… Tatita que le metí garganta al himno. Por suerte mis cuentos son escritos y no hablados, si no este iba con lenguaje de señas al lado… Igual paren todo. Hay algo que está sucediendo que si no lo cortamos a tiempo se nos va a ir de las manos. ¡Respetemos el himno! Paraditos, brazos fijos, mirada al frente y buscando cantar lo más fuerte posible. Nada de agitar los brazos, por supuesto nada de saltar y por Obdulio… ¡por favor nada de hacer un símil pasito de baile! ¡Es el himno, carajo! ¿Ustedes vieron cómo les quedó el himno a los argentinos de tanta pavada? “Oh, oh, oh, oh, oh” dicen mientras saltan y bailan. ¿Queremos llegar a ese insulto a la patria? ¡Por favor no! Primer aviso, la próxima la pudro. Como mis cuentos son furor en la vecina orilla, no voy a hacer comentarios sobre su desempeño en el Mundial… Les decía… el partido se vivió con muchos nervios, bien a la uruguaya. Fue imposible diferenciar a los jugadores árabes entre sí, detectar cuál era el bueno, a cuál putear, cómo decirles, etc… Tuvimos que centrarnos en los nuestros. Gracias Luis por la dedicatoria en el festejo de gol, te quiero, amigo. Ah, y felicitaciones por el récord y por la llegada del tercer heredero. Empiezo a sentir cosas por Bentancur. Listo, lo dije. Sí, quiero exteriorizarlo. Antes del Mundial estaba seguro de mi sexualidad pero ver jugar a ese pibe me está generando mariposas en el estómago. ¡20 años tiene y juega así! Yo tengo 23 y estaba temblando en la tribuna… ¡Sobredosis de té de tilo le da si le hacen el dopaje! En fin: uñas y dientes, aguantamos el 1-0 y a otra cosa, mariposa. Tanto viralizaron el video de los japoneses y africanos limpiando el estadio que al terminar tuvimos que imitarlos… Aramos dijo el mosquito… Yo filmé nomás. Quise hacer como en el cuento anterior y escribir todo al llegar al hotel para transmitirles a flor de piel lo vivido, pero me basta con decirles que ni llegué al hotel. Intentar seguirle el ritmo a los canarios que me agarraron de mascota no fue una muy buena idea… ¿En el interior hay alguna materia de la escuela o el liceo que sea “tomar alcohol”? No le encuentro explicación a la capacidad que tienen esos seres humanos. Son esponjas con patas. Más que coleccionar los vasos de cerveza, van a abrir un local de venta. Y me voy despidiendo que hay que llegar a Samara para el Uruguay-Rusia. Ah, tengo que agradecerle al ‘Cabe’ porque fue el que me adoptó acá en Rusia, se imaginarán que si de mí dependía, no llegaba ni al primer partido. Esto de hacerme el curtido yendo a todos lados con el pueblo sin mi avión privado es más difícil de lo que pensé… Un beso para los contras uruguayos, un abrazo apretado a los ‘hermanos’ argentinos y un “estoy bien, má” para mi vieja.


Las Más Vistas