¿Por qué el mercado laboral no se activa?

Laura Raffo analiza en su columna económica el deterioro del mercado de trabajo en Uruguay.

Se dieron a conocer los datos del mercado laboral y el desempleo se sigue manteniendo en un nivel alto, lo cual preocupa.

Pese a que en lo que va del año la economía uruguaya muestra signos de reactivación, el mercado laboral sigue deteriorado.

La tasa de desocupación que mide la proporción de personas que buscan trabajo y no lo encuentran se mantiene en el entorno del 8 %.

Esto sucede aunque aumentó el turismo, aumentaron las exportaciones y se reactivó el comercio y la industria.

A mediados de 2011 el desempleo estaba por debajo de 6 %, creció hacia 2014 y en los últimos tres años avanzó a estar cerca de 8 %.

Este crecimiento de la desocupación está vinculado con la desaparición de puestos de trabajo.

Se ve en la tasa de empleo. En 2011 más del 61 % de la Población en edad de trabajar estaba ocupada y bajó hasta 57 % este año.

Esta destrucción de puestos de trabajo implica que hay empresas que despidieron personal y no lo volvieron a contratar, y también empresas que cerraron probablemente en momentos en que la coyuntura económica no ayudaba.

Se estima que el país perdió unos 40.000 puestos de trabajo en los últimos tres años. Esa pérdida de empleos fue paulatina, pero la mayor parte ocurrió en el transcurso de 2014 y 2015.

Ahora las empresas se están recuperando pero aún no comienzan a contratar más gente. Una encuesta de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios sobre expectativas empresariales realizada en abril mostró que todavía un 25 % de las empresas grandes esperan una reducción de su plantilla laboral para el año próximo y menos de 10 % espera aumentar su plantilla de trabajadores.

  • La mayor parte de las respuestas (37 %) aduce dicho comportamiento a la baja rentabilidad que están mostrando las empresas, lo que lleva a que se reduzcan los márgenes de ganancia y la contratación de mano de obra se vea perjudicada. Los costos de las empresas crecen por encima de sus ingresos, con lo cual los empresarios asumen una abultada carga en materia de costos directos e indirectos, los cuales han evolucionado de manera creciente. A su vez, las ventas no han acompañado dicha evolución, al menos en algunas ramas comerciales.
  • En segundo lugar, el 23 % de los empresarios considera que los incrementos en los salarios no se condicen con los niveles de productividad de los trabajadores, por lo cual se genera una traba al crecimiento de las empresas, y por lo tanto a la generación de mayor trabajo.
  • Otros de los motivos mencionados con mayor frecuencia fue la rigidez del mercado laboral (14 %), la cual no permite adaptar con facilidad los requerimientos de las empresas en cuanto a sus recursos humanos. Ello desincentiva la contratación de nuevos trabajadores ante un contexto de crecimiento económico incipiente o frágil como el que actualmente se está atravesando, llevando a que los niveles de empleo permanezcan estables o incluso en retroceso.
  • Por otra parte, se consultó a los empresarios sobre cómo creen que evolucionará en lo que resta del año, la cantidad de personal ocupado en sus empresas. La amplia mayoría (84 %) respondió que la plantilla de trabajadores permanecerá relativamente estable, mientras que el 14 % considera reducirla y solo el 2 % aumentarla.

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