Agresiones contra Rampla Juniors y violencia en el deporte: ¿hay que parar el fútbol?

“Bonomi, en el 2013, dijo que la Policía debía estar en las tribunas. Después cambió ese criterio, erróneamente”, apuntó Corbo, expresidente de Rampla Juniors.

Rampla Juniors presentó la denuncia penal por el ataque a balazos contra su sede social. ¿Qué medidas le reclaman al Ministerio del interior y a la AUF? ¿Tuvieron algún contacto con la dirigencia de Cerro? Responde Ignacio Duran, abogado de Rampla Juniors.

Además, José Luis Corbo presidió seis veces a Rampla Juniors, fue presidente de la AUF entre 2006 y 2009 y presidió el Tribunal de Penas y el Colegio de Arbitros.¿Hay que suspender el torneo, como plantea la dirigencia de Rampla? ¿Cómo se hace para recuperar las garantías y poder ir con tranquilidad a ver un partido de fútbol?

José Luis Corbo

No es la primera vez que sucede un ataque. Es un hecho reprobable y reprochable, pero más que nada inexplicable, porque no es concebible que en una mente normal puedan desarrollarse esta conducta; más allá de la eventualidad rivalidad deportiva, este tipo de comportamiento no tiene de ninguna manera una fundamentación lógica.

Todo esto se inscribe en una secuela de episodios que se vienen arrastrando en los últimos tiempos donde me parece que hay falencias en cuanto a la asunción de responsabilidades, tanto en la prevención como en la represión de los fenómenos de violencia: particularmente en el deporte y en lo que significa el fútbol hay responsabilidades compartidas entre aquellos que organizan el fútbol y las autoridades públicas.

El fútbol debió dar una demostración más firme y fuerte, tendiente a encontrar caminos para neutralizar esta escalada de violencia. La continuidad de la actividad deportiva no es buena en este caso, esto merece una atención especial.

Un cometido esencial del Estado no puede renunciarse ni transferirse, lo debe cumplir el Estado.

Una vez hubo amenazas de que se había colocado una bomba en la sede de la AUF. Hay una escalada de violencia.

Las responsabilidades son compartidas, pero son compartidas no en el mismo grado. Porque hay disposiciones expresas que establecen cuáles son los cometidos, quiénes tienen las potestades para asegurar el orden y la tranquilidad en acontecimientos públicos.

El control no puede estar exclusivamente en manos de agentes privados que no tienen potestades para disuadir o reprimir. El propio ministro del Interior, en el 2013, frente a determinados hechos de violencia deportiva, dijo que la Policía debía estar en las tribunas. Después se cambió ese criterio, erróneamente.

La Policía tiene en sus procedimientos de actuación diversas etapas. Pero tiene que estar presente para poder aplicarlos. Creo que hay un gravísimo error que ha contribuido a esta situación. Creo que hubo episodios que si hubiera habido policías dentro de la tribuna… quizás se hubiera evitado.

No creo que la presencia sea la solución, pero creo que va a contribuir a neutralizar la violencia. Este fenómeno de la violencia requiere un trabajo multidisciplinario, de la sociedad en su conjunto.

La responsabilidad que corresponde a cada uno no se ha cumplido.

Ignacio Durán

El ataque a la sede fue un ataque directo a la institución, por eso se decidió presentar esta denuncia penal, porque el agraviado fue el propio club y no una persona concreta.

Las personas que van a un juzgado quedan muy expuestas. Las personas no quieren estar ahí. Conviven policías, denunciantes, testigos: uno llega al juzgado y están todos. Pedirle colaboración a las personas para que declaren… pero nadie le garantiza a esas personas que no les va a pasar nada. No se puede decir con ligereza que es parte de un código mafioso el no querer declarar: cuando los ciudadanos se sientan verdaderamente seguros, quizás ahí se les pueda pedir que colaboren con la Justicia.

Rampla es un club social, no solo fútbol: muchos chicos van a hacer actividades varias y hoy no quieren ir.


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