El politólogo enfatizó en la personalidad del excanciller y dijo que esta decisión favorece a Cabildo Abierto en la coalición.
La semana comenzó con una noticia que sacudió el espectro político y con un anunció que no era esperado en ningún ámbito. A través de un comunicado Ernesto Talvi anunció que abandona la política partidaria, que renunciará a su banca en la Cámara de Senadores y no se presentará a ningún cargo electivo en el futuro. En una carta pública el líder de Ciudadanos reconoció que el quehacer político no es lo suyo y que sobreestimó su capacidad de adaptarse desde el quehacer académico. Vamos analizar esto y cómo impacta políticamente en la interna y la coalición.
Me sorprendió igual que a todos. Quizás algunos dirigentes cercanos a Talvi la veían venir. Hay pocos caos de retiros, como Bordaberry o Atchugarry. Casos como el de Talvi son infrecuentes.
Que recuerde no hay antecedentes.
Creo que es frustración. La elección pasada fue de renovación. Apareció Talvi, Sartori, Novick y Manini. Creo que algunos pensaron que era fácil. Creo que Talvi no lo creyó, decía que lo más difícil iba a ser la primaria. Se imaginaba compitiendo más cerca de Lacalle Pou. Se frustró fuertemente.
Creo que Sartori en una medida se frustró. Manini no, le fue fenómeno.
Una segunda frustración fue con el presidente. Se imaginó más líder y no, el presidente maneja la política exterior.
Creo que la campaña primaria entre Talvi y Sanguinetti fue de guante colorado y la campaña contra Lacalle fue de más guante duro. En la ciencia política se olvida de componentes personales, comportamentales.
Hay manuales de liderazgo político. Las reglas son importantes, pero la agencia es otra. Hay un componente que olvidamos es: la familia, el temperamento y los disgustos.
Sin hacer muchas olas, era candidato en cuatro años. Bastaba con que no se peleara. Volver al Senado era una posibilidad, pero juega la personalidad. Mieres dijo que hay electores huérfanos. Hay un hombre que se frustró, para mí.
Pienso en tres nombres: Ope Pasquet, Adrián Peña y Carmen Sanguinetti. Es el Partido Colorado, de los más viejos del mundo.
Todos recordaremos el debate con Andrade, fueron espectaculares.
Su discurso generó ruido: para alguien del palo del liberalismo, volcarse a la izquierda generó discusiones. A mí siempre me dejó un signo de interrogación. El otro ruido del discurso es que es muy difícil llevar votos de blancos y colorados diciendo que el declive es en los últimos 50 años.
Cuando buscás los votos tenés que defender esa tradición.
“Vieja política”
Esa expresión me deja dudas porque tengo buena opinión de ella. Es lo que ha hecho grande a este país. Si es el clientelismo de bocado, está mal, pero si es negociar, no se construye política así.
No fue una buena idea del expresidente Sanguinetti proponer a su hijo. Forma parte de la vieja política atender el teléfono. La vieja política es sana. Cuando aparecen normas, los filtros son tan exigentes que se depuran. Es la política más sana del continente. Hay corrupción, hubo y la habrá.
Forma parte de la competencia decir que se es lo nuevo más allá de un discurso.
La democracia frustra. Un ciudadano alejado de las élites, ¿cómo hace para controlar? ¿Cómo hace para reclamarle al dirigente que votó?
Nos cuesta mucho creer en la política y los dirigentes.
El futuro de Ciudadanos
Está subestimado el poder, la influencia y el maquiavelismo de Sanguinetti. Creo que no se le escapa que hay un daño para el partido. Vamos a ver cómo actúan los líderes. No se le puede exigir a los viejos líderes que se suiciden políticamente. ¿Lacalle Pou qué hizo? ¡Se rebeló contra el padre! Lo mismo con Vázquez y Seregni. Los nuevos tienen que tener la capacidad suficiente de levantarse. Es difícil desplazar a los veteranos, tenés que ser mejor. Hay que ganárselo.
No sé si Sanguinetti está detrás de todo esto. El Partido Colorado tiene que evitar la excesiva homogeneidad.
La coalición
Está sana. Perdió un alfil. Lo mejor para mi gusto hubiera sido Manini y Talvi en el gabinete. La coalición es de partidos, no de gente. Fue un error para Talvi entrar al gabinete dada su personalidad.
El PC puede ser contrapeso de CA. Esto fortalece a Cabildo y Manini. Esto elimina un rival para los blancos que quieran suceder a Lacalle y para Manini.
En el Compromiso por el País está definida la hoja de ruta. Creo que el propio Gobierno se corrió al centro. Lo veo en posponer bajar el déficit fiscal y la centralidad del Mides. Vemos un gobierno más centrista de lo que esperaban los electores.
¿Novick dónde está? Hoy por hoy es una coalición de cuatro partidos.
Campaña de departamentales
Para la política nacional es importante. Una lectura es que la reelección en Montevideo calma al FA. Un partido sin cargos es uno enojado. Lo peor que le puede pasar a un gobierno es no tener rivales. Si el desafiante es bueno, mejor para el Gobierno, porque tiene que matarse trabajando. Un FA reelecto puede ser mejor para el gobierno. Que gane un mismo partido siempre, habla muy mal de la democracia. Cuando un partido pierde, hablamos de democracia.
Espectro político
No parece haber un aumento de las puntas ideológicas. Bueno, CA está más a la derecha que los demás partidos. Bergara se apoya en el MPP porque tomó nota de una ley: si querés ser candidato del FA, tenés que ser más de izquierda. Hay que ver Orsi, porque ha sido el más razonable en el mes de la locura, que fue marzo. En el PC, el debilitamiento de Ciudadanos es una hipoteca. En el PN hubo un enroque: el wilsonismo tiene un discurso bien de derecha, y el sector del presidente va con algo más moderado. El principal desafío lo tiene el FA, que es recuperar su ala socialdemócrata.
