El secretario nacional de Deporte dijo que la Torre de los Homenajes es lo único en el estadio que posee valor patrimonial certificado.
Esta semana se supo que si el Mundial 2030 se disputa en la región, Argentina tendrá ocho sedes y Uruguay y Paraguay dos cada uno. En el caso de nuestro país, una de esas sedes será el Estadio Centenario, pero se abren dos incógnitas: ¿cuál será la segunda y qué pasará con la estructura actual del Centenario?
Una opción es una remodelación completa para cumplir con las condiciones exigidas por FIFA y otra incluye su demolición, parcial o casi total. Abordamos el tema junto al secretario nacional de Deporte, Fernando Cáceres.
Usé el verbo demoler, pero lo usé vinculado a antecedentes en otros estadios, sobre todo referido a un proceso de varios años. Se han presentado varios proyectos sobre el Centenario. Algunos conservan la mayor parte de la estructura del estadio y otros una parte significativamente menor. Lo bueno de todo esto es que se instaló el tema.
Lo que tiene un valor patrimonial es la Torre de los Homenajes, que necesita ciertas autorizaciones para poder tocarla. El resto del estadio no tiene esas características.
Es imprescindible modernizar el estadio. Nadie plantea la demolición del estadio. No hay proyecto concreto todavía. No vamos a dinamitar el valor que tenemos para recibir el Mundial.
El Centenario ya está obsoleto para muchas cosas. Desde la platea Olímpica no se ve, y por eso no se puede comercializar. Desde la platea América, la gente se tiene que parar encima de las butacas para tener algo de visibilidad.
El estadio fue construido para una realidad del fútbol y del espectáculo muy diferente, donde no había televisación. No sabemos qué se va a requerir para el Mundial 2030, porque esos requisitos se van actualizando campeonato a campeonato.
Para el 2030 tenemos dos rivales muy poderosos como son China y Gran Bretaña, que ya han manifestado su interés. Son potencias políticas, económicas y deportivas. China es el mercado a conquistar. No competimos a esas alturas. Nosotros competimos con la historia futbolística y con la capacidad de nuestros países.
Tenemos una gran oportunidad para pensarnos como sociedad, país y ciudad, y pensar el estadio en el contexto del Parque Batlle. Es una invitación que tiene un valor en sí mismo, obtengamos o no la organización del Mundial.
Tengamos o no tengamos el Mundial, el estadio hay que revisarlo profundamente. Porque además vamos a tener festejos por los 100 años. Es imprescindible revisarlo en profundidad, rescatando y preservando el valor que tiene para todos.
Queremos que la gente tome este proyecto como propio y que se enamore. La FIFA tendrá que celebrar sus años, y tendrá que aportar a eso. Veo posibilidades reales. Tengo la profunda convicción de que esto le hace un enorme bien al país.
El propietario del suelo del estadio es la Intendencia de Montevideo. El propietario de las construcciones es la AUF. El valor que tiene la candidatura hace que el Gobierno nacional participe de forma protagónica.
El nuevo Estadio Centenario tendrá el desafío de lograr una agenda permanente de actividades y de unidades comerciales complementarias que le permitan sustentarse.
