Federación Rural duda de que el ministro Aguerre tenga capacidad de influir en las políticas del país a favor del sector agropecuario

Afirman que el Gobierno da señales de “insensibilidad y de desconocimiento”, pero no las adjudican a un matiz político.

El ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, se comunicó telefónicamente con representantes de las gremiales agropecuarias que le pedían “dar la cara” ante la tensión generada entre Gobierno y productores. Aguerre se manifestó “preocupado” y “molesto” por los comentarios de que estaba “desaparecido”  y que no tiene el peso político necesario para encontrar soluciones.

Abordamos el tema junto a Carlos María Uriarte, asesor de la Federación Rural y expresidente de la gremial.

El tema no es criticar a nadie, ni al ministro, ni al presidente. Es una realidad en la que estamos todos involucrados, incluido el ministro.

Con todo respeto, tenemos dudas de que el ministro pueda estar influenciando en las políticas del país. No sabíamos nada del ministro, había rumores de que él había renunciado en varias oportunidades y no se le había aceptado. Es fundamental que todos estemos involucrados en estos temas.

Fuimos al Parlamento para decirles que estamos mal, por más que las cifras macroeconómicas digan que vamos bien. Fuimos bien recibidos por la comisión de Diputados.

Se dice que atrás de esto hay un motivo político, por más que en las filmaciones se vio a dirigentes del Partido Nacional, a quienes se los invitó y se les pidió que no hablaran, no hay una razón política. Y también se invitó a dirigentes del Gobierno. Este es un movimiento que respetamos mucho.

No vemos respuesta, no vemos quién se comprometa. Somos un sector que no tiene peso político ni votos, pero tenemos la importancia de desarrollar los recursos que le país necesita. Tenemos que ver cómo hacemos llegar y canalizamos toda esta energía. Lo que pasó en un par de días generó una respuesta que no pudimos lograr trabajando a muerte todo el año.

No apoyamos los cortes de ruta porque no son legales. Queremos que la gente que no es de campo sepa de primera mano qué nos está pasando.

El país ha ganado espacios en la colocación de sus productos agropecuarios. El PBI agropecuario también creció. En el mundo nos respetan como país, en el agro y en la carne. La gente nos valora. Los precios internacionales no son la razón de cómo hoy está el sector, aunque quizás sí nos pegó fuerte en la lechería, porque hubo una bajada muy importante. Y el clima puede haber influenciado mucho, porque llovió mucho y provocó una buena producción.

Pero esa situación macroeconómica, cuando se va a la empresa, y cuanto más chica la empresa más impacto tiene, la realidad es otra muy diferente. Los ganaderos llevan cuatro años de caída en su crecimiento. Y eso lleva a reducir el número de empleados. En los últimos tres años se perdieron 10.000 puestos de trabajo en el sector. Se precisan 30 vacas para pagar un peón rural: es un montón.

Y está el tema de los costos de producción, principalmente de los insumos y de los impuestos. El combustible es vital para poder producir, lo mismo con la energía.

Las señales que se reciben por parte del Gobierno son de insensibilidad y de desconocimiento. Esta forma de actuar no es del partido de Gobierno actual. No le asigno matiz político a esto. Los ingresos principales con los que todos los uruguayos vivimos vienen del campo.

No vamos a hacer nada que perjudique al turismo. Tenemos que mantener la prudencia. No vamos a afectar a ningún uruguayo. No vamos a faltarle el respeto o la libertad al resto de los uruguayos. El turismo genera algo parecido a lo que genera solo la carne, pero en el sector agropecuario están la leche, la madera, los granos.


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