El caricaturista nació en Flores y llegó a Montevideo para trabajar de bancario, sin embargo con los años se fue sumando la docencia, las artes plásticas entre otras facetas artísticas. Recientemente público el libro CIEN, fifty & fifty.
Su nuevo trabajo
Es un proyecto anhelado desde mucho tiempo atrás. Es un título que es un número redondo y es importante. Llevó dos años hacerlo el primer demo. Diría que en esta pandemia el 31 de agosto fue la fecha límite que me puse.
Caprichosamente fueron elegidos los personajes y el 100 fue un paraguas. El concepto “fifty-fifty” es muy uruguayo tiene que ver con realzar y apoyar el dibujo con frases. Es una excusa la frase y el libro es caprichoso. No hay figuras políticas. Es un libro con mucho dibujo de anécdotas atrás pero que también invito a la gente a descubrir cosas.
Proceso de ilustrar los personajes
Hay muchos dibujos que están hechos en distintos momentos. En pandemia dibujé mucho también, pero hay algunos más viejos y los conservé. Los dibujos estaban y las frases fueron al final. No hay ninguna ilustración que obedezca a la frase. Las frases se eligieron después. Silvana escribió el prólogo y eligió las frases. Son decisiones pragmáticas la de las frases. Lo mismo es con los 50 ilustrados.
Caricaturistas hoy
Lamentablemente los medios gráficos son pocos y apoyan muy poco a los dibujantes. No arriesgan, no contratan, no pagan. Es una realidad. Es una constatación. En el caso personal el hecho de dibujar en vivo generó un proceso interesantísimo. A mí me veían solo 30 segundos en pantalla y luego comencé a dar talleres y después los talleres empezaron a ser una experiencia de vida. No sé qué pasa con los otros dibujantes, pero el lugar son las redes. Ahí lo ve mucho más gente. Publico el trabajo que me parece que puede funcionar. Tenemos que ver quiénes asocian y quiénes acompañan. Es una llegada interesante.
No hay espacio y no hay oportunidad. Igual aquellos medios que podrían no lo hacen. O aquellos que pueden, te pagan miseria.
Plebiscito
El diario El Día tenía una biblioteca muy grande y ahí se instaló La Semana. Tenía mucha gente interesantísima. Fue un espacio interesante. No se podía hablar mucho. Se generaban cosas entre líneas y se hablaba de política internacional. Fue muy importante para todo el mundo.
Pandemia
Mi locura no es muy tangible en el libro. Estuve dos meses y medio sin salir. Generó que pudiera desde fines de mayo una obra grande introspectiva. También con las salidas empecé a generar con el libro y hablé con un sponsor que le interesaba. Ese apoyo hizo que el entusiasmo empezara y empezara a producir. Hice la mitad del libro en pandemia. Yo trabajé mucho digitalmente también. Nunca es el mismo tiempo para cada libro.
La ausencia del dibujo político es porque no quise involucrar la política exclusivamente. Tengo otros trabajos así. Mezclar la política nacional o la internacional no quería. Preferí ir por otro lado. Fue muy caprichosamente.
Proyectos para 2021
Estoy agotado. Esto llevó mucho tiempo y mucho trabajo. Estamos en pleno momento para difundirlo. Pienso en que es un lindo objeto. Mosca hizo un trabajo extraordinario y los sponsor también. Es un libro independiente. Se puede. Es muy difícil editar. No pudo haber sido posible sin el aporte de las empresas que apostar por el arte.
Es un año atípico y restringido por circunstancias específicas. Aún no se ha podido visualizar todo. Habrá que ver cómo decanta esto. No he ido a ningún lado. Trato de cuidarme.
Lo que se necesita para mí es ser buen observador. Hay que empezar a ser asertivo en los rasgos. Con esa observación luego el dibujo se complementa. Hay muchos que tienen el gen del dibujo y no lo sabían. Antes no se concebía una actividad como el dibujo que pudiera generar. Intuición y entusiasmo.
