“Sí tenemos que apostar a la educación, pero eso tiene efectos de aquí a 20 años. Hay que enfrentar el resquebrajamiento que tenemos hoy”.
El asesinato de Florencia Cabrera, la cajera del supermercado de La Blanqueada, fue uno de los 58 homicidios que hubo en todo el país en los primeros 50 días del año, según los datos de la fundación Fundapro.
La última semana fue particularmente violenta: hubo balaceras y ajustes de cuentas en Minas, quema de neumáticos y disturbios en Avenida Italia, un ajusticiamiento en Casavalle y más explosiones de cajeros automáticos, además del asesinato de Florencia.
El senador nacionalista Jorge Larrañaga presentó un proyecto de ley de cadena perpetua y también uno de cumplimiento efectivo de penas, para evitar los beneficios liberatorios. A eso se suma el planteo de poner militares en la calle.
¿Qué opina sobre las medidas que aplica el Gobierno en materia de seguridad? ¿En qué aportarían sus proyectos de ley?
Con respecto a la presencia de militares ayudando a la Policía, es algo que ya presentamos en el 2009 y que reiteramos en el 2016. La Prefectura cumple funciones de Policía en la franja costera, y también la aeroportuario. Están las misiones de paz. Nos parece que es una nueva fuerza que puede ayudar a la Policía. Cuando presentamos en 2009 el proyecto, se hizo que la Guardia Republicana de Montevideo tuviera una circunscripción nacional.
Estamos buscando soluciones para ayudar a la gente. En Chile están los Carabineros. En España u Holanda esta la Guardia Nacional. En algunos barrios, la Policía solo puede entrar y salir a los tiros, no pueden quedarse. En esos barrios los vecinos honestos están presos por las guerras entre delincuentes y el narcotráfico.
Es necesario tener un cuerpo con preparación, con autorización legislativa, nadie dice que salgan los milicos a la calle así como así. Es necesario tomar en cuenta todos los recursos que puede tener en el país para una situación que en muchos casos suena a desborde: la gente está indefensa.
No es un problema ideológico. El problema es que tomamos a las Fuerzas Armadas como a las del 73, de la dictadura, pero no es así. Es equivocado decir que esto es un tema de concepción política. Las Fuerzas Armadas hacen lo que el presidente resuelve, porque él es el comandante en jefe. La gente quiere que se ayude a la Policía.
No creo que la Guardia Republicana sea una Policía militarizada. Estaría bueno que el Ministerio del Interior trabajara con ellos, pero que también tengamos una nueva fuerza con preparación y aprobación legislativa, que pueda ayudar. Hay que tomar medidas excepcionales, hay que animarse a cuidar a la gente.
Presenté un proyecto que se llama reclusión perpetua revisable. Implica que para aquellos que abusan, violan, asesinan a menores, o cometen el delito de sicariato, o asesinatos múltiples; como hay una serie de patología donde no hay remordimiento o sentimiento de culpa, ahí tiene que haber una reclusión perpetua que solo se puede revisar a los 30 años y no se puede amparar en beneficios de libertades anticipadas.
La gente siente que los penados no cumplen las penas. No somos unos antiguos que nos aferramos a un camino de la derecha. Hay que pensar en términos de cuidar a la gente.
Coincido en que tenemos que apostar a la educación, pero todo eso tiene efectos de aquí a 20 años. Tenemos que enfrentar el resquebrajamiento de la sociedad que tenemos hoy.
