Comentó además el pasaje de la selección por la Copa América Centenario.
El entrenador uruguayo Sergio Markarian, que dirigió a Nacional, Danubio, River y Bella Vista y también trabajó en el exterior, con un pasaje reciente por la selección peruana. En diálogo con Desayunos Informales, Markarian comentó que se metió en ese trabajo con el sueño de dirigir a la selección uruguaya de fútbol. No fue futbolista profesional, pero mirando el Mundial de 1974 vio el partido entre Uruguay y Holanda, que terminó con derrota celeste, y se dijo a sí mismo: "Yo puedo hacer algo".
"Ser entrenador de fútbol es básicamente dirigir el trabajo de otros. Es coordinar once cabezas, 22 piernas, para que interpreten los conceptos que vos podés tirar a la cancha. Y dirigir una empresa con 140 funcionarios que tiene un objetivo de producción es lo mismo: dirigir el trabajo de otros. Entonces hay técnicas que están en un lado y en el otro", comentó Markarian, que tenía un puesto gerencial en una empresa antes de pasarse al banco de suplentes. "Hay aspectos del conocimiento de otras actividades que favorecen al entrenador, y creo que transitamos un camino de capacitación. Cada día tenemos mejores entrenadores".
El DT echó por tierra la noción de que "todo se aprende en el vestuario": "Es cierto en Uruguay. Es el único país del mundo donde se habla de eso", dijo. "Lo acepto. Creo que es muy bueno tener conocimiento del vestuario, es muy bueno haber sido un gran futbolista, es bueno haber jugado en Europa. Pero no es todo".
En sus comienzos Markarian había impulsado la profesionalización de los entrenadores. En las décadas de los 70 y 80, que calificó de "gran desorganización, mucha improvisación y falta de democracia deportiva en el fútbol uruguayo", Markarian comenzó a impulsar conceptos como el de gerente deportivo. "No debía tomarse una selección cuyo proceso no fuera serio", afirmó, y recordó que en el pasado había directores técnicos que habían tomado el puesto con la intención de jugar un torneo determinado o hasta un único partido.
Ese camino culmina en el proceso del "Maestro" Tabárez. "Es imposible hacer un buen trabajo si no se traza una línea de tiempo y no se definen políticas de conformación del plantel, líneas generales de acción", comentó.
Dijo que en su opinión el fútbol uruguayo es el mejor de mundo dada la poca población del país y el nivel que han tenido sus selecciones. La base de eso es el fútbol infantil, comentó, al que se le debe inculcar un fútbol limpio.
En cuanto al fracaso de la Copa América Centenario, Markarian comentó que la Celeste tuvo simetría en el partido con Jamaica, un factor que en su opinión es necesario para que la selección funcione. Dijo que Lodeiro tuvo un buen arranque del partido y en el segundo tiempo se había perdido control, que se recuperó cuando entró Gastón Ramírez. "Cuando se juntan Ramírez y Lodeiro, Uruguay levanta", sostuvo.
