La arquitecta ve oportunidades para impulsar la agenda de derechos en el municipio e insistió en que "no hay necesidad de vender bienes públicos" como el Dique Mauá.
Ayer lunes en la tarde la intendenta electa Carolina Cosse recibió en su sede de campaña a todos los alcaldes electos para comenzar a trabajar en lo que serán las propuestas y proyectos que tienen en cada barrio.
Sí claro que género y urbanismo se pueden mezclar. Tenemos el espacio Las Pioneras, que pulimos a través de reivindicar la historia de las mujeres que fueron construyendo su huella en la ciudad. Eso tiene otra marca importante. Es un proyecto también que se trabajó con los colectivos feministas para tener un lugar desde el cual encontrarse.
Partimos de la base de entender que los espacios no son independientes de cómo los vivimos las personas. Las personas por nuestros roles, vivimos la ciudad de formas diferentes. Hablamos de que las mujeres hemos acompañado a los niños y los adultos mayores al médico. Los cuidados, generalmente, son responsabilidad de las mujeres. Nada ocurre independientemente del espacio. Las mujeres somos las que tomamos más el transporte público colectivo, porque tenemos menos coches individuales. Esto significa tener los lentes para darnos cuenta de esas diferencias para contemplar las necesidades de la población.
Agenda de derechos
Eso implica estar viendo a las personas que están en mayor situación de vulnerabilidad. El municipio B es el más céntrico, el más consolidado, donde se desarrollan las actividades comerciales y financieras. Por día entran tres veces más personas. Nosotros en realidad tenemos muchas más personas que por del desarrollo de actividades informales viven en pensiones o que hay personas sin hogar y viven en una situación que no contempla los DDHH.
El municipio tiene mucho para hacer, para marcar la agenda de derechos en este municipio. Siempre se trabaja articulada mente para dar respuesta. Empezamos a hacerlo con este proyecto de recuperación de fincas. Hay una que hace tres meses está abierta.
Son proyectos que son pilotos que hay que cambiar para un proyecto de escala para transformarlo al universo. La contraparte es el Mides, por supuesto. Fuimos a buscar convenios con ellos. Estamos en una articulación continua con los gobiernos, la FCS y las organizaciones sociales que están en contacto continuo. Estuvimos en contacto con el colectivo Ni todo está perdido.
Estamos respetando el derecho de las personas a permanecer en el Centro.
Dique Mauá
El gobierno nacional daba un mensaje que debía vender bienes públicos para financiar la reubicación de asentamientos. Hay muchos bienes que están concesionados. Una cosa es vender la nuda propiedad y otra es conservarla.
Entendemos que la disponibilidad presupuestal existe en otro lado y no en la necesidad de vender bienes públicos. La rambla nos hace identificarnos con esta ciudad. Creo que hay espacio a otros proyectos.
