"Venimos desde hace más de un año con permanentes destratos y discriminación sindical", apuntaron.
El sindicato del Instituto Uruguay de Meteorología (Inumet), reunido en la Agrupación de Trabajadores de la Meteorología Nacional (ATMA), denunció a través de un comunicado la “persecución y discriminación sindical” que reciben los trabajadores por parte de los directores del organismo.
Entre las denuncias, informan que un funcionario fue “despedido por rascarse, pestañear frente a la computadora y emitir gases”.
El conflicto tiene antecedentes cercanos: en junio, un grupo de funcionarios concurrió al Parlamento a denunciar este tipo de situaciones laborales.
Abordamos el tema junto a los representantes sindicales Cristina Mathisson (presidenta de ATMA) e Ian Schou (secretario general de ATMA).
La asamblea resolvió declarar personas no gratas al directorio de Meteorología, el secretario general y al asesor letrado.
Venimos desde hace más de un año con permanentes destratos y discriminación sindical. Nos han gritado en las reuniones, incluso en bipartitas de salud laboral, en los que había un ambiente insalubre.
Cuando ellos tienen algo que tratar, en lugar de hacerlo en ámbitos de negociación colectiva, convocan a los funcionarios o mandan mails, no siguen los caminos correspondientes.
Somos 150 funcionarios, aproximadamente. Sindicalizados hay 100 funcionarios.
El caso que salió en los medios fue bastante peculiar en cuanto a cómo se desarrolló. Lo acusan solo a él en la investigación de cuatro legajos, cuando en todo el sumario no se logra probar que él los hubiera sacado. Como ya no había causal para continuar con el sumario, se agrega a eso las características que salieron.
Dicen que se dormía enfrente a la computadora. Pero esa persona tomaba medicación, más a raíz de que le empezaron el sumario y lo llevó a descompensarse y a tener una depresión aguda y complicada. Cuando se está muy medicado, cuesta estar frente a una computadora y no pestañear o cabecear.
El trabajador fue despedido y la causal de la que se lo acusaba no se pudo comprobar, y nunca investigar a nadie más, es como si solo se intentara acusarlo a él.
A él nunca le habían dicho que no se rascara, por ejemplo. Su jefa nunca le dijo nada. Colocaron esos hechos luego, diciendo que era una conducta improcedente, y eso fue lo que se usó para despedirlo. Eso está en manos de abogados ahora.
Nosotros nos somos recibidos por la presidenta de Inumet desde más de un año. Es un directorio autoritario, que no entiende razones, que no negocia. Con nosotros no negocian, se dirigen a nosotros en modos de amenazas.
