Uruguay asumió la presidencia pro-témpore del Mercosur: "El país tiene que mirar más allá y no quedarse con la región, y el presidente va en ese rumbo"

El analista internacional Ignacio Bartesaghi hizo un balance de la posición de lacalle Pou en inserción internacional, evaluó la gestión de Talvi y analizó qué se puede esperar del nuevo canciller de la República.

El mandatario Luis Lacalle Pou asumió el jueves la presidencia pro-témpore del Mercosur. En su alocución, el uruguayo dijo que apostará a que el bloque sea “real y no de papel”, por lo que evitará “avanzar en acuerdos” que los países miembro no estén “dispuestos a terminar”. El presidente se refirió también a los posicionamientos ideológicos —por ejemplo, de qué lado de las tensiones entre Estados Unidos y China estar— y aseguró que se deberían lograr acuerdos con ambas naciones. ¿Qué análisis hizo del discurso de Lacalle y qué se puede esperar de esta presidencia pro-témpore de Uruguay?

Muy bueno el discurso del presidente. Con señales claras, que quiere un Mercosur más abierto al mundo. Dijo que quería un acuerdo con Corea del Sur. Argentina y Brasil están en duda. También habló de China, que vino hace tiempo a golpear la puerta. Mencionó también los equilibrios entre EEUU y China. Ese es el desafío de los países: cómo articular entre ellos.

Con EEUU tenés un interés de hemisferio, con cómo tratar las cosas con Venezuela, Cuba y Nicaragua. También tenés un interés comercial con China.

Lo que pasa con el Mercosur, si nos atenemos a su normativa, hay mucho para hacer.

El artículo primero del Tratado de Asunción dice diez cosas, de las cuales se cumplen siete. Queremos que se sumen Argentina y Brasil, pero que nos dejen ir a nuestra velocidad.

Veinte años demoramos en cerrar el acuerdo con la UE y logramos peores concesiones. ¡El mundo cambió cuatro veces y seguimos discutiendo lo mismo!

Tenemos vecinos inestables, con todo el respeto. Uruguay tiene que tener claro hacia dónde va. No podemos preguntarnos qué nos dejan hacer nuestros socios. El discurso de Fernández fue diplomáticamente muy fuerte, donde ni nombró a Bolsonaro. No así como el presidente de Brasil. Dio un discurso de épica, totalmente politizado y demuestra que va para atrás.

Tenemos una situación muy complicada en lo económico en Argentina. Vemos que la cuarentena estricta está teniendo su efecto. Además del desgaste social, que puede llevar a una crisis política. Tenemos una crisis política en puerta en Brasil.

Nadie dice que Uruguay se tiene que ir, son nuestros vecinos regionales y tenemos que trabajar con eso. De la pandemia Uruguay sale mejor siendo un exportador de alimentos.

La gestión de Talvi

Primero lamento que el proyecto de Talvi como canciller haya fracasado. Su perfil me gustaba, podía practicar algunos cambios. No me gustó el tiempo de la renuncia, no digo que fue un papelón. Me pareció que hubiera sido responsable desde lo institucional si Talvi estaba en la asunción de la presidencia pro-témpore.

La derecha la tiene el presidente, si uno discute con él, que lo haga a puertas cerradas. En ese sentido Bustillo tiene esa característica.

No creo que esto impacte en Uruguay, porque tiene una imagen institucional de hace años. Hace más ruido adentro que afuera. Sí es importante que se haya acelerado la salida. Automáticamente apareció un nuevo nombre, un hombre de gran confianza del presidente que asume el lunes. Va a poder implementar las ideas del presidente en política exterior.

El margen de acción siempre es más importante si tenés instrumentos para aplicar. No son solo los tratados. Estamos en un mundo más complicado: vamos hacia un mayor nacionalismo y no digo solo Trump. Creo que el mundo va hacia más nacionalismo y proteccionismo. Por eso necesitas una Cancillería muy atenta. Estamos en un cambio del orden mundial que no sabemos cómo va a terminar.

La película que está viendo la región no es la que debe estar viendo Uruguay. Tenemos que tener buena relación con los socios pero tenemos que tomar otras decisiones. Para mí la relación de Bustillo con Fernández se exagera. Es positivo, pero que eso haga la diferencia no creo. Lo importante es que es de confianza del presidente, ha demostrado ser un gran mediador en tiempos complicados con Argentina. Ejerció en gobiernos del FA, por lo que tiene respaldo a nivel nacional.

Tenemos la incertidumbre de que cada cuatro años cambia todo. Por eso Uruguay tiene que mirar más allá y no quedarse con la región.

Venezuela

Maduro no quiere dialogar. Hay que generar una presión internacional mayor. Guaidó también perdió cierto peso interno. El único que ha ganado con el diálogo es Maduro, porque gana tiempo. Hay que ejercer presión a través de la OEA, de los mecanismos de EEUU a través de la UE y convencer a China y Rusia que salgan de ahí.


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