Enterrada viva

Es conocido un viejo dicho que expresa que hay algo que peor que morir: hacerlo dos veces y que la segunda sea bajo tierra. Esta frase revela que uno de los mayores terrores del ser humano es la tafiofobia o el miedo a ser enterrados vivos.

Ya sea por un error médico, un caso de catalepsia o una retorcida tortura, en el siglo XX y XXI, los casos sobre entierros prematuros siguen suscitándose de manera inquietante. Si bien el avance de la tecnología ha reducido notoriamente el número de víctimas que sufren la terrible «segunda muerte», igualmente el tema no deja de ser un motivo de preocupación para los seres humanos.

Uno de estos casos se viralizó en las redes sociales de manera asombrosa. El mismo ocurrió no hace mucho tiempo en Argentina y tiene como protagonistas a dos amigas llamadas Nina y Natasha.


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