El jugador del Atlético de Madrid aseguró que le había prometido a sus hijos que haría esa seña.
Luis Suárez marcó este sábado el segundo gol del Atlético de Madrid ante el FC Barcelona, que aseguró la victoria de los colchoneros en la octava fecha de la Liga de España. Luego de convertir, el delantero uruguayo miró a las gradas y con su mano derecha simuló estar hablando por teléfono, suplantando así su tradicional festejo tras marcar un gol.
Muchas personas entendieron que este era una venganza del entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, quien con "desprecio" –según Suárez– lo desvinculó del club en el que había jugado desde 2014. Koeman está siendo cuestionado por el desempeño del FC Barcelona, que últimamente no ha logrado buenos resultados, y por eso su contrato pende de un hilo.
¿Fue el gesto dirigido al entrenador holandés? "No, para nada. Si lo quiere tomar a pecho...", respondió Suárez ante la pregunta del periodista del canal oficial de la Liga.
El jugador del Atlético de Madrid aseguró que le había prometido a sus hijos que haría ese gesto. También dijo: "Era para la gente que sabe que tengo el mismo número y todavía sabe que sigo usando el teléfono".
Suárez no festejó el gol que convirtió sobre los 44 minutos del partido. Dijo que no lo hizo por "el respeto, por el cariño, por ser un culé más, por (su) trayectoria en el Barcelona, por el momento que están pasando".
Sin embargo, aseguró que estaba muy contento por la victoria del equipo.
