Los dirigidos por Jürgen Klopp sintieron presión al principio pero luego revirtieron el panorama.
El Liverpool de Jürgen Klopp ya espera por las semifinales de la Champions League.
El viaje a Manchester para enfrentar al City nunca es fácil, pero el 3 a 0 de la ida le daba cierta tranquilidad a los reds.
Esa tranquilidad duró apenas dos minutos: Van Dijk pegó mal y la réplica fue letal. Sterling para Gabriel Jesús y gol del City. Derechazo a la red del brasileño y la esperanza celeste crecía.
La ilusión aumentó aún más cuando Bernardo Silva metió un zurdazo que llevó a que la pelota se desvíe en un defensor y encuentre el palo derecho del arco del Liverpool.
Antes de que se vaya el primer tiempo pasó lo siguiente: centro de Kevin De Bruyne, despeje del golero Karius, rebote y gol mal anulado a Leroy Sané. Esto fue porque el rebote en James Milner habilitaba al jugador del City y por eso reaccionó Pep Guardiola con el juez y se fue expulsado.
En el complemento el Liverpool encontró el gol que liquidó todo. Salah pasó a Mané que a pura potencia se metió en el área y en río revuelto ganó Salah. Octavo gol del egipcio en Champions League y el empate ponía la serie 4 a 1 a favor de la visita.
A los 77’ y ya con el juego liquidado llegó el segundo gol del Liverpool. Roberto Firmino se la robó al argentino Nicolás Otamendi y abrió notablemente el pie derecho para poner el 2 a 1 y serie cerrada.
Cinco a uno en el global y el Liverpool, que nunca camina solo, despidió a Salah cuando Klopp lo sacó y festejaron el pasaje a la semifinal de la Champions League.