Espíritu Santo fue el estado más afectado por la peor temporada de lluvia por más de 30 años. Allí se contabilizan 21 muertos.
Algunas zonas están totalmente aisladas hace días y las carreteras BR 101 y 259 están cortadas. Al menos 50 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares.
La lluvia disminuyó en Espíritu Santo en las últimas horas, pero el agua aún no bajó. En Grande Vitória calles y casas continúan inundadas. A remo o a motor en botes, solo así se puede llegar a algunos puntos para ayudar a la población. En total cincuenta ciudades de Espíritu Santo fueron afectadas por las lluvias y la situación es más grave las regiones norte y noroeste, donde varias casas se derrumbaron y sepultaron a sus habitantes.
1400 hombres, entre Bomberos, personal de Defensa Civil, de la Fuerza Nacional y del Ejército, están desplegados para ayudar a la población.
El nivel de agua de los ríos que atraviesan las ciudades en el interior del estado continúa alto, lo que hace difícil el acceso a varios municipios. En Itaguazú, donde murieron ocho personas a causas del desastre, falta agua y comida.
El volumen de lluvia registrado este mes en la principal estación meteorológica del estado ya indicó casi el triple del volumen habitual para el mes de diciembre.
Mientras tanto, en Minas Gerais, un deslizamiento de tierra que provocó el derrumbe de una casa se llevó una nueva víctima en las últimas horas.
