Pasaron 10 años desde el accidente de la mina San José, en el norte de Chile.
El 5 de agosto de 2010, un derrumbe sepultó a 33 mineros, que quedaron atrapados a más de 600 metros de profundidad.
Encontrarlos llevó 17 días de angustia y el complejo rescate demoró varias semanas más.
Cuando lograron sacarlos, los mineros habían pasado 69 días bajo tierra.
Conocidos como "los 33 de Atacama", se convirtieron en héroes en su país y en el mundo.
Pero una década después, muchos dicen que han caído en el olvido y el abandono.
José Ojeda, uno de "los 33": "A diez años digamos es bien poco lo que me he recuperado."
José Ojeda, uno de "los 33" : "No he vuelto a trabajar, no me han dado trabajo por el problema de ser uno de los 33."
A sus 57 años, Ojeda sufre una diabetes avanzada que redujo sus movimientos. Y pide ayuda para poder tratarse.
José Ojeda, uno de "los 33":
"Pensaron que nosotros quedamos con mucho dinero pero no es así. Yo estoy con una pensión pero no es mucho, es bien re poco."
Jimmy Sánchez era el menor del grupo.
Cuenta que las pesadillas todavía lo atormentan.
Jimmy Sánchez, uno de "los 33" : "Había cumplido hace poco los 19 años cuando me quedé enterrado y con ninguna experiencia en minería."
Es uno de los 14 mineros que reciben una pensión del gobierno, por las secuelas del accidente.
Jimmy Sánchez, uno de "los 33" : "Yo realmente sí estoy muy agradecido de estar con vida, porque gracias al gobierno salimos pero me da rabia que muchos hayan lucrado con nosotros, a costillas del sufrimiento que todos pasamos. Ganaron mucho con nosotros y nosotros no ganamos nada."
La hazaña de los mineros fue contada en un libro y una película de Hollywood protagonizada por Antonio Banderas y Juliette Binoche.
Omar Reygadas, uno de "los 33": "¿Diez años? Parece que hubiese sido ayer, todavía está muy latente todo lo que vivimos dentro de la mina, lo que ocurrió después que salimos. Todas las cosas que cambiaron, porque cambiaron muchas cosas, entonces da para pensar todo el tiempo que ha transcurrido."
Omar Reygadas, uno de "los 33": "(Algunos mineros) se confiaron que nos iba a llegar una cantidad de plata y dijeron no vamos a trabajar más, y no, no era así la cosa, había que seguir trabajando hasta que llegara la plata."
Los mineros apenas se conocían cuando quedaron forzados a organizarse para sobrevivir.
Mario Sepúlveda, uno de “los 33”: "Lo más lindo que yo tengo de recuerdo en la mina es la unión, el trabajo en equipo, el esfuerzo que hicimos, la perseverancia, las veces que lloramos, las veces que nos unimos a orar, la oración, acordarnos todos los días de Dios, todos los días ahí tomados de la mano orando pidiéndole a Dios para que nos sacara de ahí."
Pero una década después la unión ya no existe: una docena exige recuperar los derechos de su historia; 31 demandaron al Estado y a la minera San Esteban como responsables del derrumbe.
Mario Sepúlveda, uno de "los 33": "¿Qué nos han dado? Lo mínimo que podrían hacer, y te lo digo de todo corazón, indemnizarnos, porque hay compañeros que nunca más les van a dar trabajo en ninguna faena de Chile."
Sepúlveda fue uno de los pocos que salió adelante.
Hoy construye un centro de ayuda para niños autistas y en riesgo de exclusión social.
Mario Sepúlveda, uno de "los 33": "Mi sueño es que los 33 en algún momento de nuestras vidas volvamos a ser unidos y que cada uno de nosotros viva como corresponde, tranquilos, en paz, y pueda seguir cada uno de nosotros, dando fe que Dios existe y de que Dios hizo un gran milagro con 33 personas del norte de Chile."
Sepúlveda incluso asegura que cambiaría todo lo vivido por volver a trabajar en una mina.
