El presidente reclamó reformas indispensables en varios sectores.
El presidente francés Emmanuel Macron prometió el jueves ayuda internacional para el Líbano, tras las explosiones que devastaron una amplia zona de Beirut, pero también reclamó al gobierno "reformas indispensables" para evitar el "hundimiento" del país.
El presidente francés Emmanuel Macron visitó el jueves la capital de Líbano, apenas dos días después de las devastadoras explosiones en el puerto de Beirut.
Francia ya envió socorristas, personal de primeros auxilios y medicamentos a la capital libanesa.
Tras reunirse con el presidente Michel Aoun, Macron dijo que quiere "organizar la ayuda internacional" para el Líbano. Pero también recordó la necesidad de reformas en el país, afectado por una grave crisis política y económica.
"La prioridad es la ayuda, el apoyo a la población sin condiciones. Pero Francia ha exigido desde hace meses, años, reformas indispensables en algunos sectores, lo sabemos: la energía, los mercados públicos, la lucha contra la corrupción. Si no se hacen estas reformas, Libano seguirá hundiendose", expresó Macron.
Tras recorrer el puerto, donde tuvieron lugar las explosiones, el presidente acudió al barrio de Gemmayze, devastado por la tragedia, donde enfrentó a una multitud furiosa con la clase política.
"El pueblo quiere que caiga el régimen", coreaban los habitantes.
El presidente francés respondió que iba a proponer "un nuevo pacto político" y a los principales responsables libaneses "cambiar el sistema, terminar con las división y luchar contra la corrupción".
La clase política libanesa, acusada de corrupción y negligencia, apenas ha cambiado desde el final de la guerra civil, en 1990.
La indignación de los libaneses es cada vez mayor, dado que el cargamento de nitrato de amonio, la sustancia altamente inflamable que causó las explosiones, estaba en el puerto desde hace seis años sin ninguna medida de precaución, según admitieron las autoridades.
