El presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden se lanzaron ataques en un esfuerzo final para asegurarse hasta el último voto en los estados en disputa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata Joe Biden, intercambiaron acusaciones el lunes en el cierre de campaña previo a los comicios del martes.
Tras meses de una campaña marcada por la pandemia, la crisis económica y la profunda división en Estados Unidos, Trump y Biden recorrieron los estados en disputa.
El presidente mantuvo el ritmo frenético de los últimos días visitando hasta cinco estados, Florida, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
“El dormilón Joe Biden es un globalista que ha pasado 47 años subcontratando sus empleos, abriendo sus fronteras y sacrificando sangre y tesoros estadounidenses en guerras en países que la mayoría de ustedes nunca han escuchado”, expresó Trump.
Por su parte, Biden visitó Ohio y Pensilvania donde criticó con fuerza la gestión de la pandemia de Trump y alertó que sus acusaciones anticipadas de fraude ponen en riesgo la democracia en Estados Unidos.
“Amigos es momento de levantarse y recuperar nuestra democracia. Podemos hacerlo, podemos ser mejor de lo que hemos sido, podemos ser quienes somos en nuestro mejor momento: los Estados Unidos de América”, dijo el candidato demócrata Joe Biden.
Estados Unidos se prepara para unas elecciones marcadas por la incertidumbre, ya que el alto porcentaje de votos emitidos de manera anticipada por la pandemia hacen difícil que el resultado se sepa en la misma noche del martes, y el presidente Trump ya adelantó que sus abogados están listos para un litigio.
El mandatario republicano está rezagado en los sondeos a nivel nacional, que le asignan 44% de las preferencias contra 50,7% para el demócrata, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics.
Pero para llegar a la Casa Blanca hay que obtener al menos 270 votos en el Colegio Electoral de 538 integrantes. Y en muchos de los estados clave, la diferencia entre ambos candidatos está dentro del margen de error.
El nerviosismo en torno a la elección llevó a varias ciudades, incluyendo Nueva York y Washington, a parapetar comercios y oficinas y tapiar ventanas ante eventuales disturbios.
