El objetivo es evitar la fragmentación del voto y evitar así la victoria de Luis Arce, delfín del exgobernante Evo Morales.
La presidenta interina anunció el jueves su retirada, a un mes de los comicios, una decisión que según dijo, es para evitar el triunfo del izquierdista Luis Arce, delfín del exmandatario Evo Morales.
"Hoy dejo de lado mi candidatura a la presidencia de Bolivia para cuidar la democracia. No es un sacrificio, es un honor. Porque lo hago antes el riesgo de que se divida el voto democrático entre varios candidatos, y que a consecuencia de esa división el MAS acaba ganando la elección", dijo la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez.
Áñez abandonó la carrera electoral un día después de que se divulgara una encuesta de la fundación católica Jubileo que le asignaba el cuarto lugar, con apenas el 7% de la intención de voto.
Estaba por debajo de Arce, que acumula 29,2% de las preferencias, del expresidente Carlos Mesa con un 19% y del líder cívico regional Luis Fernando Camacho con un 10,4%.
"Si no nos unimos, vuelve Evo Morales. Si no nos unimos, la democracia pierde. Si no nos unimos, la dictadura gana. En suma, hoy dejo de lado mi candidatura en homenaje a la libertad y a la democracia", expresó Áñez.
El expresidente Morales, exiliado en Argentina, acusó en Twitter a Áñez de haber renunciado a su candidatura a cambio de su impunidad por presuntos actos de corrupción.
Áñez asumió el poder en noviembre de 2019, tras la renuncia de Morales por una fuerte convulsión social.
Prometió dirigir un gobierno de transición con el fin de convocar a nuevas elecciones pero en enero anunció su postulación, una decisión muy criticada por adversarios y aliados.
