El más alto cargo judicial del país norteño desestimó así una denuncia para poner un freno al respecto.
El Tribunal Supremo Federal, máxima institución judicial de Brasil, dictaminó que el procedimiento de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff continúe tal como había sido diseñado por el presidente de la Cámara de Diputados y archirrival de la mandataria, Eduardo Cunha. Basaron esta decisión en que el proyecto se apega a la letra y el espíritu la constitución de las leyes.
En su denuncia contra el juicio político, el Partido Comunista alegaba que había que parar el proceso porque Rousseff no había tenido tiempo de presentar su defensa. Pero el Supremo considera que la presidenta tendrá derecho a una amplia defensa más adelante, cuando la cámara dé luz verde al impeachment.
Entonces el tribunal aclaró que en cuanto el proceso se autorice, Rousseff deberá dar un paso al costado de la Presidencia de la República hasta que el Senado ratifique la decisión en su contra. Los senadores además no podrán archivar el proceso, ya que su función es acogerlo.
