Este viernes también retornará Eduardo Radaelli.
Tomás Casella fue extraditado en abril de 2006 a Chile durante el primer Gobierno del presidente Tabaré Vázquez para ser enjuiciados por el secuestro y asesinato del químico e integrante de la Dirección de Inteligencia Nacional durante la dictadura de Pinochet, Eugenio Berríos, cuyo cadáver apareció enterrado en la playa de El Pinar en 1995.
El científico chileno había sido sacado de su país en 1991 por militares chilenos en medio de la investigación por el homicidio del excanciller de Salvador Allende, cometido en Washington en 1976.
Durante la administración del expresidente Luis Alberto Lacalle, Berríos permaneció oculto en Uruguay hasta 1992, residiendo en un departamento de Pocitos y finalmente en una casa de Parque del Plata.
Era protegido clandestinamente por militares chilenos y uruguayos, hasta el momento en que intentó fugarse y se presentó en la comisaría de Parque del Plata, denunciando que estaba secuestrado, en un episodio que provocó en un escándalo.
Pese a su denuncia, Berríos fue devuelto a sus captores, que lo llevaron con rumbo desconocido; un episodio que se hizo público en 1993. Ese año, en febrero, el exdictador Augusto Pinochet estuvo en Montevideo. En aquel entonces, Tomás Casella se desempeñó como su auxiliar.
Durante su procesamiento en Chile, los militares uruguayos permanecieron en ese país por momentos en libertad, sin poder volver a Uruguay, y también recluidos en unidades militares cumpliendo la pena que se les imputó.
Desde su extradición, el Ejército uruguayo, incluso en algunas ocasiones los Gobiernos de Vázquez y Mujica, solicitaron de diversas maneras su retorno al país para cumplir con la pena en Uruguay. Pero esa solicitud había sido negada por parte de la Justicia chilena.
Finalmente, la Justicia concedió que volvieran a Uruguay. Casella llegó este jueves, mientras que Radaelli lo hará este viernes. Sarli optó por terminar la prisión en Chile.
