Sin embargo todavía, y pese al decreto de esencialidad, no se produjo el desalojo.
Según la Federación de Funcionarios de Salud Pública, allí suelen atenderse entre 50 y 70 usuarios por día. Realizan talleres de manualidades, música y educación física. Algunos además almuerzan. No hay internación ni se entregan medicamentos.
"Si hoy vinieran los pacientes al mediodía nosotros tenemos la logística pronta para darles la alimentación. Fueron las autoridades que llamaron a los usuarios y familiares que no vengan", explicó el dirigente Martín Pereira. Informó también que los talleristas hoy se presentaron en ASSE "sabiendo que no podían realizar tareas aquí por la ocupación y por la denuncia penal".
Si bien la denuncia del gobierno es por desacato, Pereira informó que la Policía no concurrió a desalojar el lugar. "Solo hubo una comunicación telefónica con el comisario de la zona", explicó.
Las autoridades de Salud Pública no explicaron todavía por qué no se ha llevado adelante el desalojo.
